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5/4/14

La procesionaria, una amenaza para los perros.

Puedo decir que este año casi hago una tesis de estos bichitos tan monos, es por eso que subo aquí este artículo de "alzalapata", por lo que a mi me ha tocado y por lo que a muchos otros les pueda interesar.


La conocida como procesionaria del pino es un lepidóptero, ‘Thaumetopoea pityocampa‘, con un ciclo vital en tres fase: huevo, larva (oruga) y adulto (mariposa). Aunque es en primavera cuando se cruzan con los humanos y las mascotas, la procesionaria siempre está ahí. “Abunda en los pinos de Europa del sur y central, pero también aparecen en cedros y abetos”, dice Marisa López Leyva, veterinaria en Granada. Quizá hayan visto a las procesionarias descendiendo por el tronco de los pinos, como si fueran un único gran gusano. Nuestros perros, que todo lo olisquean, querrán asomar también el hocico a esa cosa curiosa, ignorando que pueden llegar a perder la vida. 
Nido de procesionaria.:: J. E. GÓMEZ
Nido de procesionaria.:: J. E. GÓMEZ

En esta época del año, entre febrero y abril, la procesionaria abandona su nido (esas bolas blancas que forma en la copa de los pinos) para pasar de larva a crisálida. Las orugas bajan por el pino en fila india -de ahí el nombre de procesionaria- guiadas por una hembra, con el fin de enterrarse en el suelo donde termina su desarrollo y volar en julio como mariposas.
Mientras las orugas circulan por los pinares, comienza el problema para losperros. Son extremadamente venenosas: producen urticarias y alergias en personas y en animales. “Las orugas tienen miles de pelillos que son como dardos envenenados -la sustancia que libera se llama histamina- que sueltan al sentirse amenazadas”, explica Marisa López. La procesionaria provoca varias lesiones en los perros: babeo, el animal intenta rascar desesperadamente la zona afectada, hinchazón de la lengua, la boca, el esófago y el estómago. “En la lengua aparecen unas manchas rojizas o moradas -continúa la veterinaria-, como ampollas y se le caen trozos de la lengua por necrosis, aunque esto no es inmediato”. En caso de que el perro ingiera estos gusanos o la zona afectada de la lengua sea muy grande, “el animal puede morir”, advierte López Leyva. Y cuidado con los shar-pei, son especialmente sensibles.
En esta situación, lo primero es lavar bien la zona afectada con agua templada, el calor destruye la toxina. Según la veterinaria, “no se debe frotar la zona ya que romperíamos los pelos urticantes liberando la toxina”. Acto seguido, acuda a su veterinario habitual o al servicio de urgencias más cercano “donde se le aplicará un tratamiento con corticoides de acción rápida y antihistamínicos”.
Otra recomendación, si ve pinos con procesionaria hay que informar al ayuntamiento de la localidad de turno. Si uno está lejos de la clínica veterinaria cuando ocurra esto, los especialistas pueden recetar un medicamento que algunos dueños llevan encima para prevenir.
Una auténtica plaga 
Debido al cambio climático la presencia de la procesionaria es más fuerte. De hecho, constituye la plaga más dañina y destructiva para los pinares españoles después de los incendios forestales.
Su radio de acción se está acercando a las áreas urbanas, con lo que aumenta el peligro tanto para los perros como para los humanos. En el canal de naturaleza ‘Waste’ puede encontrar más información acerca de este gusano, reportajes realizados por Juan Enrique Gómez (pincha aquí).

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