Una espectacular operación conjunta de la Guardia Civil y de la Policía Nacional de Jaén ha permitido desmantelar casi por completo un grupo organizado dedicado al tráfico de estupefacientes. Por el momento, se han practicado una veintena de detenciones: uno de los arrestos se produjo en Beas de Segura; los demás se practicaron en La Carolina, el municipio donde la banda tenía su base de operaciones, tal y como explican las fuentes consultadas. Los agentes practicaron, al menos, quince registros domiciliarios, en los que decomisaron unos 120 gramos de cocaína, otros 130 gramos de heroína, unas 800 plantas de marihuana distribuidas en cuatro plantaciones, armas, una importante cantidad de dinero en efectivo, así como objetos de dudosa procedencia y que podrían ser robados. La operación “Carlos”, como ha sido bautizada por la Comandancia de Jaén, se mantiene abierta y no se descarta que se produzcan nuevas detenciones.
Las investigaciones llevan meses en marcha, sobre todo a raíz de que se detectara un incremento de la venta de droga “al menudeo” en la zona de La Carolina. Pronto, los agentes comprobaron que los “narcos” habían extendido el negocio a numerosos municipios de la provincia jiennense y que recibían importantes cantidades de droga cada mes. La juez del Juzgado de Instrucción número 2 de La Carolina, que mantiene secretas las diligencias, dio permiso para interceptar las comunicaciones de algunos de los implicados. Los agentes mantuvieron pinchados varios teléfonos durante semanas. Escucharon conversaciones en las que se hablaba en clave para referirse al negocio. Finalmente, los investigadores consiguieron reunir indicios para solicitar a la juez órdenes de entrada y registro en los domicilios de los sospechosos. Ayer fue el día señalado. A las seis de la mañana, decenas de guardias civiles y de policías nacionales tomaron, literalmente, un barrio de La Carolina conocido como “El Cerro”. De forma simultánea, también registraron un domicilio en Beas de Segura. Todo se planificó al milímetro para sorprender a los moradores de las viviendas y evitar que pudieran deshacerse de la mercancía. En algunos domicilios, los agentes se encontraron con enormes medidas de seguridad encaminadas a dificultar el acceso de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. De hecho, en una vivienda tuvieron que echar abajo hasta tres puertas.
Al filo de las tres de la tarde, los registros se dieron por concluidos. Los detenidos fueron repartidos por dependencias de la Guardia Civil y de la Policía Nacional de Linares, así como de algún municipio en donde la Policía Local cuenta con calabozo a la espera de poder pasar a disposición judicial. Inicialmente, se les acusa de delitos contra la salud pública y tenencia ilícita de armas.
La operación “Carlos” no se da, ni mucho menos, por terminada. Todo lo contrario. De hecho, fuentes cercanas a la investigación confirman que todavía quedan varias personas por arrestar. En concreto, algunos de los sospechosos no se encontraban en sus domicilios cuando llegaron los agentes para practicar los registros. Otros lograron escapar. También continúan abiertas otras líneas de investigación.
Fuente e imagen: Diario Jaén
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