El complejo hospitalario de Jaén recibe el acelerador lineal donado por Amancio Ortega

Entrará en funcionamiento en 2019 tras su instalación en el búnker que construye el Servicio Andaluz de Salud

El complejo hospitalario de Jaén ha recibido ya el acelerador lineal de electrones para tratamiento oncológicos donado por el empresario gallego Amancio Ortega. La máquina se instalará en un búnker con paredes de dos metros de grosor que se construye en un espacio adyacente al servicio de radioterapia. El director gerente, José Luis Salcedo, anuncia que su puesta en funcionamiento, prevista para el primer trimestre de 2019, permitirá radiar a diario a 24 personas más.

Las obras del búnker concluirán en junio próximo. A partir de ese momento se llevará a cabo la instalación del acelerador, proceso que se prolongará alrededor de 2 meses. Después se realizarán pruebas que tienen como objetivo evitar que posteriormente se produzcan fugas radiactivas. Una vez el consejo de seguridad nuclear se cerciore de que no hay riesgo, otorgará el nihil obstat al hospital.

Actualmente, el complejo dispone de 2 aceleradores lineales para dar cobertura a la población enferma. Uno, sin embargo, está anticuado, por lo que será sustituido. Cumple su función, pero no con la misma eficacia que el segundo, significativamente más avanzado, pero aún así inferior al que ha donado el fundador de Zara, según resalta el jefe de unidad de oncología radioterápica, Miguel Martínez, quien destaca la eficacia de este sistema en el combate contra la enfermedad.


De hecho, la radioterapia come terreno a la cirugía porque su porcentaje de acierto es también elevado y su repercusión en el cuerpo del enfermo sustancialmente menor que la del quirófano. Sobre todo, con la incorporación a los nuevos aceleradores de mecanismos de precisión sustentados en avances tecnológicos que permiten atacar a las células cancerígenas sin que la radiación afecte a otros tejidos del paciente.

La entrada en servicio del nuevo acelerador generará empleo. Requiere la contratación de un oncólogo radioterapeuta, un radiofísico y varios técnicos. De manera que la plantilla del hospital contará con 5 personas más, a fin de acometer con garantías el tratamiento sustitutivo de las bombas de cobalto. En este sentido, el director gerente ha destacado que el avance tecnológico va de la mano de la cualificación profesional del equipo que llevará a cabo la radiación.

Al respecto, Miguel Martínez ha resaltado la extrema precisión con la que se lleva a cabo la labor con los aceleradores, que permiten que la radiación se centre exclusivamente en la zona dañada, que es identificada previamente por el sistema informático para escoger el ángulo de radiación. Para ajustarlo tiene en cuenta no sólo las tres dimensiones del cuerpo sino incluso el movimiento de los órganos.

Fuente e imagen: ABC Sevilla