Micro lecturas carolinenses: 'El antiguo parque de Viñas del Rey'

Aquellas tardes de invierno en La Virgen, que acababan en noches, en las que cualquiera subía un poquito de "calimocho" o un litrillo con unas patatas fritas y una bolsa de pipas, de esas del elefante, las que traían pipas de verdad, las que te dejaban los labios secos y que cuando llegabas a casa te dolían de escozor, eran las mejores. Puede que al día siguiente hubiese algún, examen terrible con Doña Maricarmen, con Don Julián, o alguno de aquellos odiosos exámenes de verbos irregulares de inglés en el insti, poco importaba. Carpe diem decían todos, hasta que Disney nos impuso su "Hakuna Matata"