No se le ven muy bien los ojos, pero sí los orificios nasales y la boca. Por sus rasgos, parece una cabeza de hombre que alguien arrojó en la carretera el martes por la tarde. Los hechos no son terribles, porque la testa no es humana, sino pétrea, aunque eso no quiere decir que su hallazgo no merezca una investigación. La pieza fue localizada por agentes de la Guardia Civil, en un control rutinario en la carretera A-320, que une Mancha Real y la capital jiennense, una vía con mucho trasiego. Fue un conductor el que alertó a la pareja de que algo raro sucedía, se había percatado, como dijo, de que desde otro coche se había desembarazado de algún bulto. Gracias a ello fue cómo los agentes, al revisar los arcenes de la carretera, encontraron la cabeza de piedra. Se hicieron cargo de ella y se la pasaron a la Policía Judicial del Cuerpo, que realizó un primer análisis.
El estudio inicial apunta a que pueda tratarse de parte de una escultura de la época romana y las extrañas circunstancias que rodean su aparición hacen indicar que quién la portaba no tenía permiso para ello, en definitiva, se cree que proviene de un expolio. La Comandancia trata de dar con el sujeto que se deshizo de ello y, si es posible, su legítimo propietario.
Fuente e imagen: Diario Jaén
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