Las pintadas en zonas momumentales suponen para ciudades como Jaén, Úbeda o Baeza un problema de primer orden. En la capital se llegó a instalar un sistema de cámaras en torno a la catedral para proteger al tamplo. Es uno de los atentados al patrimonio más frecuentes, no el único.
Pues bien, el Código Penal que entra en vigor el próximo 1 de julio incorpora un nuevo apartado que aumenta sensiblemente la pena de cárcel para los que causen perjuicios particularmente graves en los bienes culturales protegidos, que en Jaén se cuentan por centenares. Hasta ahora la ley decía que «será castigado con la pena de prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses el que cause daños en un archivo, registro, museo, biblioteca, centro docente, gabinete científico, institución análoga o bienes de valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental, así como en yacimientos arqueológicos». Pero a partir de hoy, 1 de julio, y según detalla el Fiscal Superior de Andalucía en un estudio sobre este tipo de infracciones, el Código Penal contemplará «un agravamiento de la pena por el delito de daños, pudiendo imponerse la superior en grado» en aquellos supuestos en el que el ataque sea especialmente nocivo o se produzca «sobre bienes cuyo valor histórico» o «artístico» «fuera especialmente relevante». En estos casos, el acusado podría ser condenado a cuatro años y medio de prisión, 18 meses por encima del límite actual
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