
He dicho adaptación, pero en realidad ese caso concreto es un ejemplo claro de lo que conocemos como Creación y que se da cuando el título no se corresponde en absoluto con el original. La Traducción cero y la Traducción literal serían las otras dos patas que completan el conjunto de técnicas de traducción cinematográfica que pueden usarse cuando una película llega a otro país distinto al de origen.
La traducción cinematográfica, breve repaso
Isabel Negro Alousque publicó un estupendo artículo que os animo a leer en el que analiza las distintas modalidades de traducción y los factores lingüísticos y extralingüísticos que determinan el uso de una u otra modalidad. A grandes rasgos, la traducción cinematográfica se vale básicamente de estas cuatro técnicas:
- Traducción cero. Se produce cuando se conserva el título original. En estos casos no se cumplen las normas lingüísticas de la lengua terminal, dando como resultado títulos no informativos que son incapaces de establecer un primer contacto entre director y espectador si este no lo entiende. En ocasiones el título original va acompañado de un texto explicativo en la lengua meta. Un ejemplo: ‘Ghost (Más allá del amor)’.
- Traducción literal. Esta técnica facilita la identificación de la película. Ciertos títulos traducidos de forma literal van acompañados del título original entre paréntesis por distintos motivos legales. ‘El Mejor (The Greatest)’ sería un ejemplo claro.
- Adaptación. Se da cuando el título original se adapta a la lengua y a la cultura meta, como por ejemplo en ‘Lluvia de albóndigas’, que nace del ‘Cloudy with A Chance of Meatballs’ original.
- Creación. Esta es la técnica que más dolores de cabeza nos da y la razón de la existencia de todos esos títulos horrorosos que nada tienen que ver con los originales. Puede deberse a muchos motivos, entre ellos el puramente comercial, pero normalmente estos nuevos títulos intentan dar pistas sobre la trama. Y en ocasiones dan demasiada información.
La mayoría de estas técnicas, además, tienen diversas ramificaciones en función de si se añade o se elimina información o de si se producen cambios a nivel gramatical o estructural, por poner un par de ejemplos.
La cosa es que llevamos más de cien años traduciendo títulos de películas, con ‘Charlot, periodista’, un corto de 1914 cuyo título original es ‘Making a Living’, como uno de los primeros casos que recordamos. Podemos llegar a entender la necesidad de las distribuidoras españolas de traducir algunos títulos de forma muy puntual para adaptarlos a nuestra cultura meta cuando la referencia del original corre el riesgo perderse al traspasar las fronteras de su país de origen, pero más allá de esto y de todo lo que tiene que ver con la maquinaria de marketing, que es mucho, está la calidad de la traducción en sí misma. Ahí es donde nuestro país tiene todos los números de salir perdiendo.
Pero hay más, mucho más
Basta con darse una vuelta por cualquier listado de estrenos, o ponerse a bucear en IMDb a lo loco, para darse cuenta de la gran cantidad de malas traducciones y adaptaciones que las distribuidoras de nuestro país han llevado a cabo durante el último siglo. La siguiente lista es un pequeño ejemplo de subuen hacer:
Título original | Título en España |
---|---|
Duel | El diablo sobre ruedas |
Rosemary's Baby | La semilla del diablo |
Short Term 12 | Las vidas de Grace |
The Grey | Infierno blanco |
First Blood | Acorralado |
Your Highness | Caballeros, princesas y otras bestias |
Herbie goes bananas | Herbie, torero |
Spaceballs | La loca historia de las galaxias |
The Day the Earth Stood Still | Ultimátum a la Tierra |
Battle: Los Angeles | Invasión a la Tierra |
Devil | La trampa del mal |
The Searchers | Centauros del desierto |
Some Like It Hot | Con faldas y a lo loco |
Airplane! | Aterriza como puedas |
The Naked Gun: From the Files of Police Squad! | Agárralo como puedas |
The Frighteners | Agárrame esos fantasmas |
Groundhog Day | Atrapado en el tiempo |
North by Northwest | Con la muerte en los talones |
The Warriors | Los amos de la noche |
After Hours | ¡Jo, qué noche! |
Aquí también lo explican muy bien
He encontrado un delirante texto publicado en Critics Cinema que explica todo esto muy bien. Os dejo un par de fragmentos para que veáis por dónde va la cosa, pero recomiendo encarecidamente su lectura:
Mucha de la gente que trabaja en el mundo del cine fuera de nuestras fronteras, especialmente aquellos que se hacen llamar guionistas o escritores, no sabe en gran medida cómo poner un título o contar una historia de forma que se entienda correctamente. Por ello, las distribuidoras en España y América latina no han vacilado en dar un paso al frente para corregir el daño que semejante falta de competencia podría ocasionar en el público de habla española.
Estas empresas, con inteligencia, coherencia y sabiduría realizan una meritoria y complicada función. Con gran éxito consiguen arreglar la falta de competencia y habilidad de las productoras de películas, de los escritores y guionistas, un colectivo cuyo conocimiento cinematográfico dista años luz del que tenemos en nuestros países de habla castellana. Otro aspecto destacado que cumplen las distribuidoras al traducir los títulos es adaptarse al público español, con todas sus idiosincrasias, limitaciones lingüísticas y culturales. Finalmente, una última función pocas veces reconocida es su contribución social y aporte para la humanidad.
La próxima vez que veáis un título adaptado o creado pensad en esto. A poder ser sin que os entre la risa floja.
Fuente e imagen: magnet xataka
Fuente e imagen: magnet xataka
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