MK 1601 suena mucho más frio que Mega Drive, pero a punto estuvimos de conocer a la consola de Sega bajo ese gélido nombre alfanumérico. Mega mola mucho más, es "súper", nos transmite cierto tonillo de superioridad. Drive nos conduce a... unidad lectora. Resumiendo tenemos "Super Unidad Lectora". Hay otros nombres, pero esa es otra historia. Por ahora, veamos los 20 mejores juegos de Mega Drive.
Para conocer la historia de Mega Drive tenemos que retroceder muuuchos años: estamos a mediados de la década de los 80, Sega triunfa con su Master System en Europa y América del Sur, pero sigue sin destacar en EEUU y Japón. Su más directa rival, Nintendo, domina a placer el mercado estadounidense y japonés. ¿Qué hacer? ¡Fácil! Desarrollar una nueva consola tan potente como los mejores ordenadores del momento, Commodore Amiga y Atari ST.
Hayao Nakayama, director ejecutivo de Sega, quiere aprovechar la popularidad de los juegos arcade System 16 y toman la primera decisión clave: la nueva consola será de 16 bits, igual que los ordenadores. ¡A correr! Sega pisa a fondo el acelerador, y el proyecto de diseño de la nueva consola crea tres nueva placas arcade: MegaTech, MegaPlay y System C.
Las prioridades de Sega marcan las fechas de lanzamiento de Mega Drive. Comienza la guerra "física" de las consolas de cuarta generación en los distintos escenarios.
- Primer objetivo, Japón, 1988.
- Segundo objetivo, EE.UU, 1989.
Sega no consigue reservar los derechos legales del nombre Mega Drive. ¿Solución? Cambiarlo por Sega Genesis para todo el continente americano, excepto Brasil.
- Tercer objetivo: Europa y el resto del mundo, 1990.
TurboGrafx 16 de Nec Corporation "tiembla"... SNES de Nintendo también... de emoción ante el combate. La estrategia seguida por Sega (una nueva "máquina" portentosa y un catálogo de juegos rompedor), obtiene la victoria en el escenario de su segundo objetivo. El público estadounidense está en el bote. Mega Drive lidera el mercado desde 1991 a 1994. El tercer objetivo estuvo muy disputado. Europa, en general, siempre fue de Sega, pero en el resto del mundo pasó de todo. El primer objetivo, Japón, es otra historia.
Todo tiene su momento, y hemos llegado al realmente importante. Seleccionar el Top 20 de los mejores juegos de Mega Drive. Nadie va a estar de acuerdo con el listado completo pero ahí reside la gracia del asunto... En la polémica e intercabio de pareceres.
La diversidad de opiniones garantiza la supervivencia de los distintos géneros de videojuegos, y su enorme variedad. Están ordenados alfabéticamente para curarnos en salud y que la sangre no corra a raudales.
Los 20 mejores juegos de Mega Drive
0. Alex Kidd in the Enchanted Castle (1990, Sega)
Dos palabras, Historia y Mascotas hacen indispensable comenzar por este juego, el número cero que le precede está relacionado con ambos términos. Podemos considerar este título como el prólogo de nuestra selección Top 20.
Fue el quinto videojuego de la serie Alex Kidd y está considerado como la "auténtica" continuación de Miracle World. Sega decidió traer su "mascota" a Mega Drive y continuar con el problemilla que Alex arrastraba desde su primera aventura, encontrar a su padre, el Rey Trueno. Alex/nosotros averiguábamos que el perverso Ashra había secuestrado a nuestro progenitor, y lo retenía en su planeta Paperock, el cual gobernaba con mano de hierro.
En un abrir y cerrar de ojos nos presentábamos en su mundo dispuestos a liberar al rey. Como "rareza" en este tipo de juegos de plataformas, destruíamos a nuestros enemigos a puñetazos, en lugar de los sistemáticos y típicos saltos sobre sus cabezas. Y volvíamos a disfrutar de las conocidas peleas de piedra, papel y tijeras (a las que casi todos nosotros hemos jugado alguna vez fuera del entorno de los videojuegos).
Gráficamente era muy superior al resto de la saga gracias a la tecnología de Mega Drive y los escenarios eran mucho más agradables. Estéticamente se dió continuidad al traje de High Tech World, pero con un par de añadidos, la gema sobre el pecho de Alex y sus "voluptuosas" patillas. Los peores enemigos de este Alex Kidd in the Enchanted Castle fueron las excesivas repeticiones de ciertos escenarios y el futuro erizo azul que le esperaba a la vuelta de la esquina.
1. Altered Beast (1988, Sega)
Es posible que los jugadores de Mega Drive nos podamos dividir en dos grandes grupos diferenciados, según con qué juego identifiquemos la consola de Sega: los más jóvenes con Sonic, los más curtidos con Altered Beast, que fue el primer título que se vendió junto a nuestra consola preferida dentro de un pack. Estamos ante un Beat ´em up de desplazamiento lateral, con estética grecorromana, que se creó en principio para las recreativas, y se convirtió inmediatamente después aMega Drive.
Éramos un gran guerrero resucitado por el mismísimo Zeus con la misión de rescatar del inframundo, a la diosa Atenea que había sido secuestrada por el malvado Neff. Durante nuestro periplo hasta y en el hogar de los muertos recorríamos todo tipo de parajes siniestros, cementerios, grutas, palacios... y teníamos que luchar contra todo tipo de seres que se cruzaran en nuestro camino, hacernos con los power ups y zumbar al jefe final de cada uno de los cinco niveles, para ¡por fin! enfrentarnos al desalmado Neff. Los power ups nos permitían incrementar paulatinamente nuestra fuerza hasta alcanzar el máximo poder y transformarnos en un ser antropomorfo (hombre lobo-oso-tigre...).
Uno de los encantos/problemas de este juego era el incremento de la dificultad del mismo según avanzábamos en el desarrollo de la historia, lo que hizo que muchos abandonaran a la "beast" de turno a su suerte, o reclutaran los servicios de algún colega para poder terminar de una vez con el paseíto por el averno. Por cierto, ¿quién acaba de gritar "Welcome to your doom"?
2. Castle of Illusion (La Saga)
Este año nos ha traído de vuelta del nebuloso pasado el remake de la serie, Castle of Illusion, gran desconocida para muchos de los jugadores actuales. Disney y Sega unieron fuerzas en la década de los noventa para crear una colección de cuatro juegos entrañables, uno de ellos, Land of Illusion, no llegó a Mega Drive, y otro, el último, Legend of Illusion, resultó ser muy escurridizo (era casi imposible conseguirlo) y también terminó en otras plataformas. Vamos a centrar nuestra atención en los dos titulos restantes: Castle of Illusion Starring Mickey Mouse y World of Illusion Starring Mickey Mouse and Donald Duck.
2.1 Castle of Illusion Starring Mickey Mouse (1990, Sega)
Fue el primer título de la serie y uno de los reponsables del drástico incremento de popularidad de Sega en EE.UU. y Europa. Estamos ante un juego de plataformas en avance lateral que reproduce la vieja historia de chico, Mickey Mouse, pierde chica, Minnie Mouse, al ser ésta secuestrada por una malvada Mizrabel que quiere robarla su juventud.
A Mickey tocará recorrer el castillo de la ilusión en busca de nuestra ratoncita, pero para llegar hasta ella, tendremos que crear un arcoiris que nos lleve a su habitación, y necesitaremos visitar siete mundos, y recuperar las siete gemas (una por mundo) para reunirnos con nuestra hermosa roedora. Podemos contar, por supuesto, con la inevitable figura del correoso jefe final que insiste en no darnos la gema correspondiente.
2.2 World of Illusion Starring Mickey Mouse and Donald Duck (1992, Sega)
Apareció un par de años más tarde, por navidades. En esta ocasión, los protagonistas principales Mickey y Donald, tuvieron que enfrentarse a duros rivales tanto dentro (un mago terrorífico) como fuera del juego (Street Fighter II y Super Mario World que "hacían la competencia" desde Super Nintendo).
Visualmente, World of Illusion se lleva la palma de toda la saga, por no mencionar el modo cooperativo para dos jugadores que impresionó al respetable en su momento. Esta vez no hay chica que rescatar, tan sólo dos colegas, Mickey y Donald, una caja y un malvado mago que "teletransporta " a nuestros amigos a un mundo lleno de peligros. ¿Qué hacer para volver? Explorar todos y cada uno de los nuevos escenarios, derrotar al mandamás de turno, y recibir los hechizos correspondientes.
3. Castlevania: Bloodlines (1994, Konami)
Nos encontramos ante el primer juego de la saga Castlevania para una consola de Sega. En su momento este título no tuvo el éxito previsto por la compañía, y pasó sigilosamente por el mundo de los 16 bits. La trama se desarrollaba en el año 1917 y quería ser la continuación de la novela de Bram Stoker, Drácula.
El argumento nos hablaba del renacer de Elizabeth Bartley, sobrina del conde, resucitada accidentalmente por una bruja, y empeñada en volver a la vida a su tío. Para ello viajaba a través del viejo continente con intención de reclutar el apoyo de las fuerzas de la oscuridad. En esta historia conocíamos a dos nuevos personajes, John Morris y Eric Lecarde (¡que era de Segovia!). Era muy fácil de jugar y resultaba muy entretenido si nos gustaban los Castlevania clásicos. Avanzar, liquidar a todo bichejo "viviente" y evitar obstáculos era todolo que teníamos que hacer.
La calidad grafica exprimía la potencia de nuestra Mega Drive y nos sumergía con estilo en el tenebroso mundo de los vampiros y demás ralea monstruosa. La música era de lo mejorcito que hemos oido en la consola de Sega. Muchas de las melodías eran nuevas versiones de canciones ya conocidas. Castlevania: Bloodlines aportó sangre nueva a Mega Drive.
4. Comix Zone (1995, Sega)
Cuando todos estábamos distraídos, Sega en un auténtico golpe de mano sacó un titulazo, Comix Zone, que era capaz de exprimir al máximo el poderío técnico de nuestra Mega Drive y le auguraba seguir dando guerra, como el gran Alejandro, durante mucho tiempo. En esta ocasión íbamos a seguir los pasos de Sketch Turner, prototipo de chulito playero americano, amante del rock y del surf, y un auténtico artista a la hora de dibujar comics.
Sketch estaba a punto de terminar de dibujar su última obra (basada en sus propias pesadillas nocturnas), donde la Tierra, se defendía del ataque de unos alienígenas renegados, cuando por culpa de una extraña tormenta, el malvado Mortus consigue teletransportarse del comic al mundo real. No había venido a quedarse, si no a meter a Sketch en su propio cómic para poder liquidarle.
A partir de ese momento, teníamos que avanzar, página a página, por todo el cómic, y evitar todas las trampas que el malvado Mortus dibujaba en el tiempo real. Menos mal que nuestros propios personajes, y Roadkill (una rata formidable) nos echaban una mano en nuestro peregrinaje "comiquero" de viñeta en viñeta.
Unos gráficos revolucionarios, y el estilo de juego novedoso, hicieron de este título de acción en desarrollo horizontal una compra inevitable. Comix Zone era un auténtico soplo de aire fresco en el panorama existente, y además teníamos tres finales posibles en función de las decisiones que hubiéramos tomado durante el transcurso de nuestra aventura.
Como muchos otros grandes títulos, no tuvo unas ventas extraordinarias pero lamentablemente la Historia suele ser así. Todos aquellos de nosotros que seamos seguidores de Marvel o DC, antes de entrar en la caja de pino, tenemos que jugar con Comix Zone un formidable beat ´em up.
5. Dynamite Headdy (1994, Sega)
En ocasiones hay juegos y personajes que se ganan para siempre nuestro corazón. Dynamite Headdy fue uno de ellos. Treasure nos brindó un título sin secuelas, y unos protagonistas que no volvimos a ver pero que no podemos olvidar. Estamos en el Teatro Treasure, famoso en el mundo entero por sus geniales obras de marionetas. Una de ellas, Headdy, capaz de reemplazar su cabeza por cualquier otra, destaca sobre las demás. Entre bastidores está Truble Bruin, gato de trapo que al contrario de Headdy, intercambia su cuerpo por otros. Truble envidia y odia a Headdy, pero el verdadero enemigo de nuestro héroe es Dark Demon, el maestro del mal, que quiere ser el amo y señor de todas las marionetas. Dark cuenta con el apoyo incondicional de sus secuaces los Keymasters. Menos mal que nosotros contábamos con Beau, un auténtico angelito de la guarda.
Al principio Dynamite Headdy podía darnos la impresión de ser un juego más de plataformas pero poco a poco se iba trasluciendo un estilo propio: con escenarios y personajes muy realistas que nos sumergían de lleno en la representación de las marionetas, y una sensación de profundidad muy lograda gracias al scroll parallax.
Con nuestras marionetas teníamos aseguradas unas cuantas horas de juego, y a pesar de su creciente dificultad no era uno de esos títulos imposibles de pasar. DH ha sabido envejecer muy bien.
6. Disney's Aladdin (1993, Disney, Virgin)
Este videojuego contaba con un claro trampolín para asegurar su éxito entre toda la chiquillería, la película de Disney del mismo nombre, Aladdin. El videojuego no sólo no desmereció a su homólogo del cine sino que se "coronó" como el mejor juego del año 1993.
Mientras Virgin sacaba Disney's Aladdin en Mega Drive, Capcom hacía lo propio en Super Nintendo, con un resultado bueno, pero no tan espectacular. El equipo de Virgin trabajó con los animadores de Disney, y usaron la tecnología Digicel para pasar los dibujos del papel al motor del juego, de una manera rápida y precisa.
Los que tuvimos la fortuna de ver primero la película pudimos disfrutar mucho más del juego, gracias a la gran cantidad de guiños que este contenía. Si pensamos además en la explosión cromática, propia de las producciones de Disney, sabremos valorar mucho mejor el trabajo de los técnicos de Virgin con la paleta de colores de Mega Drive.
7. Earthworm Jim (1994, Sega)
Un supergusano con nombre propio de novela de piratas, Jim, era el protagonista de este juego de plataformas. Embutido en un traje cibernético y armado con una pistola Jim recorría el universo conocido en busca de la princesa "Cuál es su nombre", prisionera del malvado Psy-Crow, el cazarrecompensas intergaláctico.
Jim no siempre fue un poderoso supergusano, en sus inicios era un invertebrado más, sin ningún objetivo en su vida. Pero un día se cruzó en su camino un super-mega-traje-cibernético, y a partir de ese momento se transformó en el gusano más duro de la galaxia.
Earthworm Jim es un título muy dinámico, similar en estilo, a los dibujos animados. Los estudios Shiny Entertainment y Playmates Interactive se encargaron de su desarrollo. Por cierto, el jefe de proyecto fue el famoso (al menos, por aquel entonces) David Perry, que también había firmado Aladdin.
8. Fantasía (1991, Sega)
En muchas ocasiones, un juego creado a la sombra de una película no consigue dar lo que de él se espera. Pero siempre hay honrosas excepciones. Aunque en el cine casi no salía, Mickey, nuestro ratoncito preferido, protagonizó este juego de plataformas. Infogrames fue el estudio encargado de su desarrollo.
Nuestro pequeño roedor tenía que recuperar las notas musicales para que la orquesta pudiera continuar con su actuación, tarea que no resultaba nada fácil y desalentó a más de un usuario.
9. FIFA International Soccer (1993, Electronic Arts)
Toda saga tiene un comienzo, y en el caso de FIFA tenemos que retroceder hasta 1993 cuando apareció su primer título. En sus orígenes el juego "sólo" incluía 32 selecciones internacionales, y carecía de nombres reales de futbolistas. Desde entonces, nuestro deporte estrella, ha experimentado múltiples cambios.
FIFA International Soccer marcó un punto de inflexión en la trayectoria de los juegos de fútbol. El equipo de EA Sports desarrolló un título que por primera vez nos hacía ser los protagonistas de auténticos partidos de la máxima competición, con unos estadios a rebosar de espectadores. Los gráficos y la perspectiva isométrica colaboraron decisivamente a potenciar la espectacularidad de juego, por no mencionar todo tipo de piruetas por parte de los futbolistas (chilenas, palomitas, remates de cabeza...), y al contrario que en el cole, nunca perdíamos de vista el esférico.
¿A qué selección hacer Campeona del Mundo? ¡A nuestra preferida, naturalmente!
Cada uno de los equipos nacionales tenía un estilo de juego y unas características propias, con nombres ficticios para todos sus componentes. No obstante había coincidencias "sospechosas" con algún futbolista de carne y hueso.
FIFA nos permitía participar en tres competiciones, liga, torneo y eliminatoria (no computamos los partidillos amistosos), y configurar bastantes parámetros del encuentro como el arbitraje, césped, control de porteros, duración, alineaciones, estrategias, estilo de juego, e incluso "ser" entrenador, y consultar las estadísticas del partido.
Los controles eran complicadillos al principio pero rápidamente nos hacíamos con ellos y éramos capaces de meter un golazo desde la posición más comprometida y tras regatear a medio equipo contrario. ¿Os acordáis del adaptador 4 Way Play de EA y los partidos de cuatro jugadores simultáneos? ¿Y del sonido ambiental del campo? Creíamos estar dentro del mismísimo estadio. Uno de los pocos peros que podíamos poner a este FIFA era la inercia de los futbolistas.
Cuando la saga comenzó a finales de 1993 se destacó por ser el primer videojuego en tener una licencia oficial de la FIFA.
10. Flashback: The Quest for Identity (1992, Delphine Software)
En esta aventura nuestro protagonista era un joven estudiante que descubría que no estábamos solos en nuestro planeta. Durante la realización de nuestra tesis, constatábamos la presencia de extraterrestres en la Tierra. Desarrollada en un futuro cercano, con un argumento inquietante, Conrad iniciaba su odisea fugándose de la prisión donde estaba encerrado. Los alienígenas nos iban pisando los talones pero conseguíamos subirnos a una moto voladora y escapar del complejo.
Seguidos muy de cerca por nuestros "perros guardianes" llegábamos a las inmediaciones de un planeta donde éramos derribados por el fuego de la nave perseguidora. Allí comenzaríamos nuestra odisea particular. Seguir pistas, continuar vivos y recopilar información sobre nuestro pasado nos tendría atareados el resto de nuestra aventura.
Flashback ofrecía un desarrollo que pilló desprevenidos a los usuarios de Mega Drive, los cuales nunca habían visto en esa consola una trama tan seria, unos niveles así de exigentes... O unas animaciones tan sorprendentes.
11. Golden Axe (1989, Sega)
Tras su exitoso paso por las recreativas, Golden Axe se trasladó (entre otras consolas domésticas) a nuestra Mega Drive. Teníamos ante nuestros ojos un beat 'em up de corte clásico, en el que nuestra misión consistía en machacar a cualquier forma de vida, malvada, que se cruzara en nuestro camino.
En la tierra de Yuria, dominada por la espada y la brujería, Death Adder, el tirano, impone su propia ley. Sus huestes han invadido las villas y secuestrado al rey y a su hija. También han conseguido robar la Golden Axe (hacha dorada), el objeto mas sagrado del reino. Tres héroes, Tyris Flare, la amazona, ágil espadachina que invoca el fuego a su antojo, Ax Battler, el bárbaro capaz de despertar el poder dormido de los volcanes, y Gilius Thunderhead, el enano que controla el trueno y es invencible con su hacha, se revelarán contra el despótico Death Adder.
Toda gran aventura se sabe cómo empieza pero no cómo termina. Un apartado técnico excelente y un par de niveles adicionales respecto a las recreativas hicieron las delicias de los fans mas acérrimos.
12. Gunstar Heroes (1993, Sega)
Gunstar Heroes fue el primer título del incipiente estudio Treasure (formado por algunos antiguos miembros de Konami) para Mega Drive. Estamos ante un gran juego arcade catalogado dentro del género “run & gun” (correr y disparar). Su debut no pudo ser mejor, pues este título rebosa calidad desde cualquier punto de vista.
El argumento trata sobre los Gunstar, que han protegido el planeta G9 durante generaciones y tendrán que seguir haciéndolo. Primero vino Golden Silver, un androide destructor que quería robarnos los recursos naturales, y después apareció Smash Daisaku, un cruel dictador megalomaniaco que pretendía apoderarse de las cuatro Gemas Místicas. Daisaku trazará un ingenioso plan para llevarse las gemas, autonombrándose el noveno Gunstar.
El fantástico grafismo, unos personajes con carisma, decorados con un gran sentido artístico, y una estética propia, marcaron positivamente la trayectoria de este juego.
También ayudaron las animaciones con una fluidez y dinamismo envidiables. La banda sonora acompañaba adecuadamente la acción frenética de nuestros héroes. Elegir el modo de disparo y el armamento principal era un tema peliagudo de cara al enfrentamiento con los formidables jefes finales, a los que teníamos que conocer perfectamente para poder neutralizarlos. En fin, el trabajo de defender un planeta era... ¡reconfortante!
13. Landstalker: The Treasures of King Nole (1993, Sega)
Muchos usuarios de consolas de la competencia pensaban que Mega Drive no tenía sufucientes juegos de rol. ¡Craso error! Desde que salió al mercado, la consola apostó por este género (Master of Monsters, Phantasy Star II, Super Hydlide, Sword of Vermilion, The immortal, Warsong...) y siguió en esa línea hasta Landstalker: The Treasures of King Nole, desarrollado por Climax, que supuso la cima hasta ese momento de los RPG (fue reconocido como una obra maestra por las publicaciones especializadas en todo nuestro querido planeta). Lamentablemente los que llegaron - ¿llegamos? - a ver un cartucho de Landstalker en España se pueden contar con los dedos de una mano (y creo que sobran tres).
El argumento era muy sencillo, éramos un buscador de tesoros que en una de nuestras múltiples aventuras nos cruzábamos con Friday, un hada diminuta, que nos pedía ayuda para librarse de sus perseguidores (los cuales querían sonsacarle la ubicación del Tesoro del Rey Nole). En agradecimiento por haberla auxiliado, Friday colaboraría con nosotros en la búsqueda de la fortuna escondida del Rey.
Misterios, todo tipo de personajes carismáticos, una gran variedad de escenarios (aldeas, bosques, santuarios, fortalezas, catacumbas...), y un montón de diálogos nos acompañaban en nuestra increible aventura. La curva de dificultad del juego estaba muy bien pensada, con unos puzles cada vez más ingeniosos y enemigos más correosos. Además, contábamos con nuestra pericia, y todos los objetos y mejoras que conseguíamos (armas, una buena armadura y algún que otro poder sobrenatural nunca venían mal). No obstante muchos de nosotros recordaremos los problemas que nos causaban los "malditos" espacios reducidos y la cruceta del mando.
Visualmente, el juego era un portento, la acción se nos mostraba en perspectiva isométrica que potenciaba maravillosamente la sensación de movernos en un espacio tridimensional, y la irreductible paleta de colores se exprimió al máximo. La banda sonora, memorable, llegó a ser editada en CD en las tierras del sol naciente.
Si tuviéramos que jugar un único RPG en nuestra vida Landstalker: The Treasures of King Nole sería una buena elección (que me perdonen los más modernos).
14. Probotector (1994, Konami)
Konami nos proporcionó una gran alegría cuando pasaron Probotector (conocido como Contra Hard Corps fuera de Europa) a nuestra Mega Drive. La trama, futurista, nos llevaba a una guerra devastadora, tras la que la humanidad intentaba recuperarse. El crimen campaba a sus anchas, y la única autoridad que podía pararle los pies eran los Probotectores (modelo de robot invencible).
Probotector es un “run & gun” que no nos da un solo instante de respiro. La maquinaria pesada y los enemigos gigantescos caracterizaban esta aventura, nosotros en cambio (los personajes principales) éramos más bien pequeñajos. Gráficamente era una maravilla: enormes cantidades de sprites colonizaban todos los decorados, había deformaciones en los enemigos y fondos, scroll vertiginoso, explosiones dantescas... ¡Apabullante! y con la música contundente de acompañamiento, más.
Una de nuestras dudas era qué robot elegir de los cuatro posibles. Si no acertábamos, mal asunto, pero si nos fijábamos en el escenario (niveles aéreos y terrestres) desaparecían los problemas. Probotector proporcionaba una adicción difícil de definir. Quizás tuviera algo que ver la posibilidad de elegir rutas, y el poder influir en el desarrollo de la historia. A la hora de combatir, en solitario o con un colega, no teníamos rival.
15. Sonic (La saga)
Alex Kidd nunca llegó a ser un rival para Mario y Sega, conciente de ello, buscó dar un giro radical a su mascota. Su respuesta sería Sonic the Hedgehog. Sega ya tenía la consola apropiada en el mercado, tan sólo faltaba crear un juego que fuese el nuevo referente de Mega Drive. El equipo de AM8 fue el responsable de diseñar la nueva imagen. Muchas ideas fueron rechazadas, un conejo, un perro... hasta un armadillo. La elección final recayó sobre un erizo azul de Naoto Oshima al que se llamó inicialmente “Mr Needlemouse” pero terminó como Sonic the Hedgehog.
Naoto tuvo en cuenta muchos factores al diseñar Sonic: el color azul que se asociaba con el logo de Sega, las zapatillas "tipo" Michael Jackson, usar una paleta de colores en el personaje que nos recordara a Santa Claus, y lograr transmitirnos una sensación de velocidad innata en nuestro futuro erizo preferido.
La parte más técnica de desarrollo del videojuego, demos y motores, correspondió a Yuji Naka (fundador del Sonic Team), y no nos olvidemos de Hirokazu Yasuhara responsable de las fases y "jugabilidad" de los primeros Sonic. Mario tenía un nuevo y correoso adversario, Sonic, el erizo azul.
15.1 Sonic The Hedgehog (1991, Sega, Sonic Team)
Con Sonic ya preparado para tomar el relevo de Alex Kidd como imagen de la compañía, Sega se aseguraba la venta en "masa" de Mega Drive. La historia de Sonic the Hedgehog era sencilla y directa: el Dr.Robotnik (Dr. Eggman en Japón), quiere dominar el mundo habitado por Sonic, y para ello necesita hacerse con las seis esmeraldas del caos. El malvado doctor se valdrá de los animales, a los que ha transformado en robots asesinos, para alcanzar su objetivo. En su camino se interpondrá nuestro formidable erizo, Sonic, que ayudará al resto de los animalitos, e intentará neutralizar los planes maquiavélicos del Dr.Robotnik.
Sonic the Hedhehog fue un juego que rompió los moldes vigentes presididos por Super Mario Bros. Estamos ante un juego de plataformas mucho más dinámico que prioriza la velocidad (Blast Processing). Hay que avanzar y hacerlo rápidamente. La exploración queda relegada a momentos puntuales. El “Blast Processing” caracterizó la guerra de Sega, y su Mega Drive contra NIntendo, y su Super Nintendo por el dominio de los 16 bits, pero esa es otra historia.
Gráficamente, Sonic the Hedhegog es una maravilla. Aprovechaba la "escasa" paleta de colores de la consola de manera magistral. Los diseños de los escenarios eran fantásticos, y conseguían tener cada uno de ellos su propia personalidad. No nos olvidemos de nuestro protagonista, un auténtico atleta de élite capaz de realizar todo tipo de pruebas olímpicas. La banda sonora de Masato Nakamura todavía resuena en nuestros oidos. Poco más de dos horas de diversión y unos jefes finales facilones eran los únicos peros que podíamos poner.
15.2 Sonic The Hedgehog 2 (1992, Sega, Sonic Team)
Tras la buena acogida del primer Sonic, Sega confirmó que su nuevo personaje era la elección correcta como icono de la compañía. Muy pronto aparecieron packs de Mega Drive que incluían este juego integrado en la memoria de la consola. A finales de 1992, llegó al mercado Sonic the Hedgehog 2, regalo navideño obligado para cualquier propietario de la consola de Sega.
Segundas partes pueden superar con creces a las primeras. Este fue el caso que nos ocupa, y probablemente sea el mejor juego de toda la saga. Sonic, nuestro amigo el erizo y un nuevo colega, el zorro Tails, se mueven como dos centellas por montañas, plataformas petrolíferas, cavernas, un casino, laberintos acuáticos, y naves espaciales. Nuestro viejo conocido y archienemigo, el Dr. Robotnik, utilizaba máquinas más sofisticadas que en la primera entrega.
Con Sonic the Hedgehog 2 disfrutamos de un universo ampliado (respecto al primer título), escenarios mucho más ricos (más contenido), buenos gráficos y banda sonora, jefes finales enormes, bonus increibles y una transformación final en Super Sonic.
Y conviene recordar que en Mega Drive no teníamos la posibilidad de guardar las partidas (ahora sí). Este juego trajo unas sorprendentes fases de bonus (¿recordáis ese "tobogán" vertiginoso?) y el multijugador. ¡Pobres hermanos pequeños, a los que tocaba controlar a Tails!
15.3 Sonic The Hedgehog 3 (1994, Sega, Sonic Team)
Volvimos a encontrarnos con el Dr Robotnik y su actitud negativa hacia nuestro héroes. El Doctor no había escarmentado tras su última derrota a manos de Sonic y Tails (en el título anterior). Su maltrecha estación espacial, la Death Egg, había caído sobre Angel Island, cuna de una antigua civilización cuyo único superviviente era Knuckles.
Robotnik, convencido de que el erizo azul y su colega el zorro vendrían a detenerlo, ideaba un astuto plan para convencer a Knuckles de que Sonic era su enemigo y que la única forma de deternerle consistía en robarle las esmeraldas del caos. Así, junto a su compañero de aventuras Tails, nuestro entrañable erizo recorría todo Angel Island para recuperar las preciadas esmeraldas del caos. Nuevas habilidades y power-ups exclusivos estaban a nuestra disposición. El juego innovó con muchos más planos de scroll, efectos gráficos más trabajados... ¡O la posibilidad de salvar partida! Sonic The Hedgehog 3 junto a Sonic & Knuckles, pondría fin a la "trilogía".
15.4 Sonic & Knuckles (1994, Sega, Sonic Team)
En esta ocasión podíamos elegir entre Sonic o Knuckles. Teníamos dos juegos en uno, con un gameplay diferente según qué protagonista seleccionásemos (Tails quedaba relegado). Ahí radicaba la belleza del juego. Si jugábamos como Sonic, éramos mucho más rápidos y saltábamos más, mientras que si lo hacíamos como Knuckles, podíamos trepar, planear en el aire, y acceder a lugares bloqueados, al romper entradas con nuestros puños.
La historia del juego continuaba en el punto final de Sonic 3, cuando el Dr. Robotnik era derrotado. Una vez más el malvado Doctor trataba de reparar su estación espacial.
Si por algo destacó este juego en su momento, fue por estrenar (ningún otro título lo usó después) la llamada tecnología de ensamblaje. Su cartucho tenía una ranura en la aprte superior que permitía conectar los otros juegos de Sonic para usar a Knuckles en ellos. En el caso de Sonic 3, servía también para unir las dos historias e incluso para transformarnos en Hiper Sonic... Siempre que consiguiéramos las 14 esmeraldas que había en total. Sonic 1 no permitía jugar con Knuckles, pero nos regalaba algunas fases de bonus extra.
16. Streets of Rage II (1992-93, Sega)
En 1992 Mega Drive era una consola madura, asentada en el mercado, que luchaba sin cuartel contra Super Nintendo. Las ofertas de juegos de ambas compañías eran espectaculares y las dos estaban en la cima. En esta guerra "consolera" Mega Drive partía, a priori, con una pequeña desventaja debido a su harware más antiguo y su limitada paleta de colores, pero contaba con una serie de virtudes no igualadas por su oponente. La "reducida" paleta de MD hacía que sus juegos pareciesen más vetustos que los de SNES (principalmente en las capturas de imágenes de las revistas especializadas). El resultado fue que los técnicos de Mega Drive se estrujaron los sesos para sacar el máximo partido gráfico de su consola y sacaron juegos con un acabado increible como Streets of Rage II.
Este título de lucha fue capaz de competir con éxito frente a todos sus rivales, y además contaba con un sólido argumento. Mr. X había vuelto a la ciudad (milagrosamente, porque lo liquidamos en el primero), sembraba el caos a su paso, y como venganza hacia nuestros amigos había secuestrado a uno de los personajes del juego original, Adam.
Sus dos camaradas, Axel y Blaze se tendrían que encargar del crimen organizado y poner las cosas en su sitio (en las calles, los bares, los parques de atracciones, estadios de baseball, laboratorios, playas, junglas, barcos, camiones...), pero en esta ocasión contarían con la ayuda de Skate (hermano pequeño de Adam con patines incorporados) y Max (expolicia cabreado y culturista).
Streets of Rage II tenía todas las virtudes de su antecesor y muchas más novedades. Una que merece la pena recordar era el golpe especial de cada personaje. Las armas a nuestra disposición también se multiplicaron. No podemos pasar al siguiente juego sin mencionar la "brutal" banda sonora de Yuzo Koshiro, que con su música electrónica nos elevaba al séptimo cielo. Hay títulos atemporales. SOR II es uno de ellos.
17. Super Street Fighter II (1994, Capcom)
Al comenzar la década de los años 90, el juego que reinaba en los salones arcade era Street Fighter II de Capcom, y toda una generación de luchadores nos criamos a sus pechos, quiero decir botones. Poco después, el auge de las consolas de 16 bits, hizo de la necesidad virtud y se convirtió a Mega Drive. Entonces pudimos ver a Ryu, Ken y compañía repartiendo leña en nuestro salón. Primero llegó Street Fighter II Special Champion Edition y un año después recibimos la versión "súper".
Super Street Fighter II tenía nuevos colores (¡en nuestra MD!), más ataques que nunca, melodías nuevas, un impresionante aumento de velocidad, e incorporaba a cuatro luchadores: Dee Jay, FeiLong, Cammy y T. Hawk.
Los gráficos eran la quintaesencia del píxel y en aquel año fueron toda una revolución. La profundidad de los planos, el uso de la "cámara", las dimensiones de los sprites, el scroll paralax, y el soberbio diseño de los personajes, hizo que estos perduraran eternamente en nuestra mente colectiva (tenemos que recordar que la estética manga todavía no había colonizado a nuestros luchadores). Tejados, plazas, un tablao flamenco, un hangar... todos los escenarios eran magníficos y tenían un gran detalle debio, en buena parte, a los 40 megas que ocupaba el juego, todo un récord para la consola.
La banda sonora, muy pegadiza, era soberbia. ¡Algunos la tarareamos en la ducha!
Y qué decir de la facilidad para jugar, con una curva de dificultad muy bien pensada para todo tipo de jugadores (veteranos y principiantes), controles intuitivos, combos espectaculares, y ataques especiales que deberían enseñarse en el mismísimo Potala.
¡Hadouken!
18. The Revenge of Shinobi (1990, Sega)
Ninja, palabra mágica que atrae como un enorme agujero negro a cualquier amante de las artes marciales. A finales de los 80 y principios de los 90 todos los peques queríamos pasarnos al lado oscuro del ninjutsu. Justo en ese espacio temporal, uno de los juegos que apareció fue The Revenge of Shinobi. Nuestros ojos no daban crédito ante lo afortunado de nuestro destino, los ninjas en nuestra Mega Drive.
Tras una primera entrega bestial, la secuela tenía la obligación moral de superar a su predecesora, y vaya si lo hizo. ¿Qué enemigos serían dignos rivales de Shinobi? ¿A quién elegir?
¡Fácil! a un conjunto de nuestros superhéroes preferidos: Batman, Spiderman, Hulk y Godzilla. Así, de sopetón nos quedamos estupefactos, mudos de la impresión. ¿Shinobi contra el señor de la noche, el trepamuros, la masa y compañía? Eso había que comprarlo a cualquier precio.
Pero lo que son las cosas, Sega se "olvidó" de conseguir las licencias por parte de Marvel y DC para poder contar con estos personajes. Con Marvel lo arreglaron a última hora pero no hubo acuerdo con DC. Batman pasó a ser un monstruoso murciélago.
Batman al principio
El hombre araña, por su parte también tuvo unos problemillas con unos derechos caducados, lo que le supuso tener que cambiar sus mallas habituales por unas de color rosa mucho más chulas. Como todos sabemos la vida de los superhéroes es muy complicada y si se cruza en su camino Shinobi, más (aunque seas el mismísimo Godzilla).
19. Thunder Force IV (1993, Technosoft)
TF IV es un juego mítico de Technosoft. Desde un principio tuvo que batirse contra una durísima competencia como UN Squadron (Capcom) o Axelay (Konami). Este Shoot 'em up o matamarcianos tenia una dificultad endiablada, un acabado técnico espectacular, una acción trepidante y disparos por doquier.
Nos resultaría difícil encontrar en el catálogo de Mega Drive un título con un apartado gráfico tan rico, con tantos planos de scroll, rutinas gráficas, un número prácticamente inabarcable de sprites en pantalla, un aprovechamiento de la "escasa" paleta de colores de MD increible, y una diversidad pasmosa de enemigos. ¿Quién de nosotros no se quedó prendado de la facilidad de manejo de la nave?
Con un botón modificábamos la velocidad (cuatro tipos) a nuestro antojo, con los otros dos, disparábamos a todo lo que se pusiese a tiro, y cambiábamos de arma (cinco disponibles con "derecho" a una optimización) según requiriese la situación. En cualquier caso teníamos que saber administrar nuestros recursos para poder combatir con éxito a los durísimos jefes finales.
20. Virtua Racing (Sega, 1994)
Primero estuvo en las recreativas en su sistema Model 1, luego pasó a nuestra Mega Drive. Sega quería superar las dos dimensiones convencionales de los videojuegos que se desarrollaban en ese momento e ideó, conjuntamente con la empresa Lockheed Martin/Martin Marietta, unos experimentos tridimensionales para comprobar el impacto que causaría en el público. El resultado fue la creación de la primera placa de recreativa 3D de Sega, la Model 1 (inicialmente llamada Model).
Estamos ante el segundo juego de conducción en 3D (el primero fue Hard Drivin') de coches de Fórmula 1, gracias al chip SVP (Sega Virtua Processor). Ponerse a jugar con Virtua Racing suponía una experiencia sumamente novedosa. Nos "chocábamos de golpe" con una pista que tenía a los lados montañas y edificaciones que cambiaban visualmente según las rebasábamos en nuestro vehículo (los fondos fijos con arbolitos habían pasado a la historia). La pista, nuestra pista, era una entidad "viva", según el trazado que lleváramos teníamos que variar nuestra forma de pilotar.
Por primera vez en un juego de conducción podíamos cambiar el punto de vista respecto a nuestro vehículo, observarnos desde la parte trasera del coche o vernos desde el aire. Esta novedosa característica sería incorporada posteriormente por la casi totalidad de títulos del mercado. Otro tema interesante eran los efectos que ocasionaban los "castañazos" que nos dábamos durante el recorrido del circuito. Nuestros alerones se doblaban, la velocidad de nuestro cacharro se reducía notablemente, y la conducción se hacía más complicada. Entonces no nos quedaba más opción que pasar por boxes.
Si nos cansábamos de machacar al sistema podíamos jugar contra un amiguete en un uno contra uno, como nuestro colega siempre era más flojete teníamos que elegir la opción handicap para igualar en lo posible, la carrera. Un pero que podíamos poner era que sólo disponíamos de un monoplaza y tres circuitos: Big Forest (fácilón), Bay Bridge y Acrópolis (el más complicado). La Fórmula 1 ganó muchos adeptos gracias a Virtua Racing.
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