Un año sin internet.

Una muy buena pregunta que hacerse para cada cuál: ¿podríais vivir un año sin internet?

Nada de Facebook, Twitter u otras redes sociales, se acabaron los mensajes instantáneos y los correos electrónicos, los vídeos de gatitos y coreanos horteras, las descargas de música y películas, los juegos online, leer las noticias en vuestros blogs favoritos y pasar el tiempo visitando webs.

Es decir, nada de Internet durante un año entero, en ninguna de nuestras pantallas. Esto es lo que se propuso Paul Miller, quien hace un año decidió comprobar cómo sería su vida sin el acceso permanente a la información de Internet, y que ahora ha contado su experiencia a The Verge (por cierto le han pagado por toda la experiencia).

Miller quería comprobar cómo sería volver al mundo analógico y olvidarse de la Red durante un periodo de tiempo suficiente como para extraer conclusiones sobre su aislamiento digital.

Internet, clave para las relaciones sociales

Conclusiones que por cierto son bastante curiosas. Según comenta, durante las primeras semanas todo iba de maravilla. Se encontraba más libre, menos estresado y hasta más sano, ya que realizaba más actividades al aire libre e incluso perdió peso y se puso en forma.

Retomó el contacto cara a cara con algunos de sus amigos y pudo parase a “contemplar las flores”, a leer libros e incluso a meditar y escribir con mayor asiduidad.

Sin embargo, transcurridos unos meses empezó a cansarse de hacer tanto ejercicio, de no poder acceder a la información a un ritmo tan rápido, de que sus amigos no le invitaran a fiestas porque no estaba en las listas de las redes sociales y, en definitiva, empezó a sentirse aislado del mundo real, paradójicamente por no estar conectado al virtual.

Ya se que la pregunta del titular tiene una clara y sencilla respuesta: Claro que sí, yo podría vivir sin Internet. De hecho fisiológicamente es posible, como vivir sin agua corriente, electricidad y sin contacto con otros seres vivos.

Sin embargo, la calidad de vida que muchos disfrutamos hoy en día viene de la mano de un continua y apabullante estimulación de nuestros sentidos y de uno de los rasgos que nos definen como humanos,las relaciones sociales, aunque sean virtuales, con unos simples mensajes o comentarios a nuestras opiniones.

Fuente: xatakaon