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17/5/13

El batiburrillo del conocimiento: Cocodrilos prehistóricos en Teruel y Celulas madre a partir de piel.

Junto de nuevo en esta entrada noticias que tienen relación entre si, esta vez, con el conocimientoy el saber. La primera nos pilla cercana, en Teruel, donde se han descubierto nuevos dinosaurios. La otra, versa sobre avances científicos, como lo son las células madre que, ahora sabemos, se pueden obtener de la piel.

Descubiertas dos nuevas especies de cocodrilos prehistóricos en Teruel.

Las investigaciones más recientes realizadas a partir de los fósiles recuperados en Ariño han permitido describir dos nuevas especies de cocodrilos del Albiense Inferior -Formación Escucha, Cretácico Inferior- de la mina de lignito Santa María -Grupo SAMCA-.
En Ariño se han localizado hasta el momento más de 60 concentraciones con restos esqueléticos de cocodrilos, que corresponderían a otros tantos individuos. Los más de 1.500 huesos de cocodrilos recuperados muestran diversos grados de conservación de los esqueletos en las concentraciones y, entre ellos, destaca la presencia de varios cráneos extraordinariamente conservados cuyo estudio ha determinado que pertenecen a dos nuevas especies. El artículo científico ha sido ya aceptado para su publicación en un próximo número de la revista Spanish Journal of Palaeontology -Sociedad Española de Paleontología- y recibirán nombres dedicados a la Formación Escucha -unidad litoestratigráfica de procedencia- y al hábito de merodeador acuático/costero en el que vivieron.
Con motivo del Día Internacional de los Museos, y a la espera de que la aparición del número de la revista permita dar a conocer todos lo detalles, uno de los cráneos se expondrá en la vitrina "Museo Aragonés de Paleontología", creada al inicio de esta temporada con el fin de mostrar a los visitantes de Dinópolis las últimas novedades paleontológicas de Aragón. Hasta ahora, ocupaba el espacio estelar de esta vitrina otro fósil de Ariño: el cráneo del dinosaurio Proa valdearinnoensis.
Ariño: un yacimiento excepcional


La Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis (FCPTD) lidera un proyecto de cooperación entre actividad minera e investigación paleontológica aplicada que ha dado como resultado el descubrimiento en la localidad de Ariño de un espectacular yacimiento de dinosaurios. Los trabajos paleontológicos llevados a cabo desde el año 2010 en la mina de lignito a cielo abierto Santa María -Ariño, Teruel- del Grupo SAMCA ha permitido detectar ya más de un centenar de concentraciones de vertebrados mesozoicos y recuperar casi 6.000 huesos fósiles excavando en una superficie que supera las 15 hectáreas.
Este yacimiento se sitúa en el piso Albiense del Cretácico Inferior, que abarca el intervalo comprendido entre hace 113 y 100 millones de años. Dicha edad geológica lo convierte en extraordinariamente relevante ya que los dinosaurios encontrados en sedimentos del Albiense son muy escasos en toda Europa.
Los datos preliminares ponen de manifiesto la presencia de diversos tipos de dinosaurios: ornitópodos, tireóforos y terópodos. También se ha recuperado material de tortugas y cocodrilospeces -tanto óseos como cartilaginosos- y diversos tipos de plantas e invertebrados obtenidos en muestreos específicos -ámbar, polen, oogonios de carófitas, ostrácodos, bivalvos, gasterópodos, etc-. Además, los coprolitos son muy numerosos en ciertas áreas del yacimiento y contienen en su interior residuos que son una evidencia directa de la dieta de los organismos que los produjeron, así como polen, esporas y microorganismos (bacterias).

El pariente más reciente de Iguanodon

Gracias al hallazgo de este extraordinario yacimiento en la localidad turolense de Ariño se han podido recuperar varios esqueletos parciales de un dinosaurio que, tras su estudio, permiten determinar un nuevo género y especie de dinosaurio ornitópodo.
Se trata de Proa valdearinnoensis, un inusual iguanodóntido basal cuyo rasgo más singular es la presencia de un predentario (“pico”) único en su grupo. El material recuperado consiste en varios centenares de huesos correspondientes al menos a 6 individuos diferentes. El nuevo dinosaurio fue comedor de plantas y su longitud se estima entre 7,5 y 8 m. Su análisis de parentesco ha desvelado que su pariente más cercano sería Iguanodon. Dicho estudio coloca al nuevo iguanodóntido en la base de los Hadrosauriformes, siendo más basal -en términos evolutivos- que otros iguanodóntidos más antiguos -en términos de edad geológica-.

El compromiso de Dinópolis

La Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis desarrolla proyectos de investigación que incrementan el patrimonio paleontológico aragonés, que persiguen el progreso en el conocimiento de la vida pretérita, y que sustentan un amplio abanico de actividades de difusión.
En este contexto cabe señalar el proyecto DINOSARAGÓN, centrado en la catalogación y valoración de yacimientos paleontológicos con dinosaurios de Aragón -más de un centenar de los cuales consiste en nuevos yacimientos descubiertos por la Fundación como resultado de prospecciones sistemáticas autorizadas por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón-.

Convierten células de piel en células madre.

Los científicos de la Oregon Health & Science University y el Centro de Investigación Nacional de Primates de Oregon (ONPRC) han reprogramado por primera vez con éxito células de piel humana para convertirlas en células madre embrionarias capaces de transformarse en cualquier otro tipo de unidad del cuerpo. El descubrimiento, que se ha producido a través de la transferencia nuclear, es decir, gracias a la clonación, podría servir para curar en el futuro daños por lesión o enfermedad.



La investigación ha estado dirigida por el doctor Shoukhrat Mitalipov, un científico senior en ONPRC, quien junto con la doctora Paula Amato y sus colegas de la División de Endocrinología Reproductiva e Infertilidad del departamento de Obstetricia y Ginecología de la OHSU, ha conseguido este avance que podría suponer la clave para crear terapias que permitirían tratar, entre otras enfermedades, el Parkinson, la esclerosis múltiple, la enfermedad cardíaca y lesiones de la médula espinal.
Según destaca la ONPRC en un comunicado, para conseguir las células han realizado una variación de un método de uso común llamado transferencia nuclear de células somáticas. Se trata de trasplantar el núcleo de ésta, que contiene el ADN de un individuo, en un óvulo al que se ha eliminado su material genético. Éste es fertilizado y se desarrolla produciendo finalmente unidades madre.
"Un examen completo de las células madre obtenidas a través de esta técnica ha demostrado su capacidad para convertirse, al igual que las células madre embrionarias normales, en diferentes tipos de células, incluyendo las células nerviosas, las células del hígado y las células del corazón. Además, debido a que estas células reprogramadas se pueden generar con material genético nuclear de un paciente, no hay preocupación de rechazo del trasplante", señala Mitalipov.
Si bien, añade, "hay mucho trabajo por hacer en el desarrollo de tratamientos con células madre seguras y efectivas, creemos que este es un importante paso adelante en el desarrollo de las células que podrían ser utilizados en la medicina regenerativa".
El éxito del equipo de Mitalipov en la reprogramación de células de piel humana llegó a través de una serie de estudios, tanto en dichas unidades humanas como de mono. Intentos fallidos previos realizados por varios laboratorios mostraron que los óvulos humanos parecen ser más frágiles que los huevos de otras especies.
Para resolver este problema, el grupo de OHSU ha estudiado diversos enfoques alternativos, desarrollados primero en células de mono y después en humanas, y ha sido capaz de desarrollar un método exitoso.
Otro aspecto destacable de este estudio es que no se trata de lautilización de embriones fertilizados, un tema que ha sido el origen de un debate ético. Así, la clave es que han conseguido estimular los óvulos para permanecer en un estado llamado "metafase" durante el proceso de transferencia nuclear, una etapa en el proceso de división natural de la célula (la meiosis) en la que el material genético se alinea en el centro de la celda antes de que se divida la célula.
El equipo de investigación descubrió que mantener químicamente la metafase durante todo el proceso de transferencia impidió que el mismo se estancase y, gracias a eso, las células siguieron desarrollándose y produciendo las unidades madre.
Una distinción importante es que mientras que el método podría ser considerado como una técnica para la clonación de células madre, comúnmente llamado clonación terapéutica, el mismo procedimiento no es probable que tenga éxito en la producción de clones humanos, es decir en la clonación reproductiva.
Fuente: Libertaddigital

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