En septiembre la saga Battlefield celebra su décimo aniversario, 10 años en los que la franquicia de EA nos ha sumergido de una forma casi real en la guerra. Nacida como alternativa a los exitosos juegos de acción militar del comienzo de los 2000, los títulos desarollados por DICE poco a poco se han ido creando una comunidad de fans que sitúan a la saga por delante de los todopoderosos Call of Duty.

El 10 de septiembre de 2002 veía la luz Battlefield: 1942, un juego basado en la Segunda Guerra Mundial como casi todos los que triunfaban por aquella época. Rivalizaba por aquel entonces con la supremacía de Medal of Honor y consiguió hacerse su propio hueco. Tal fue su éxito que gozó de dos expasiones: The Road to Rome y Secrete
Weapons of WWII. Eran los comienzos de una saga que se convertiría en religión en el mundo de los first persons shooters.
EA ante el potencial que mostraba el título no tardó en repetir la fórmula. En 2004 lanzaban Battlefield Vietnam, el cual avanzaba unos cuantos años en la historia para mostrar el gran conflicto bélico de los EEUU. Esta nueva entrega no sólo aprovechaba sino que mejoraba el motor gráfico Refractor empleado en 1942.

Pero el primer gran hit de la saga llegaría una año más tarde, con Battlefield 2 la saga se implantaba de lleno en un género donde muchos lo intentan pocos lo consiguen. Apoyada por un potente modo multijugador, marca de la casa de la saga desde entonces, vendió más de dos millones y medio de copias además de sus posteriores expansiones. Sin duda fuel el golpe de efecto necesario para lo que es hoy en día Battlefield.

Pero tras un éxito siempre suele haber un traspié y este llegó en 2006. Battlefield 2142 fue un relativo fracaso para el cariz que estaba alcanzando la saga. Sus escenarios futuristas no conectaron con el gran público más acostumbrado a recrear batallas celébres.

Tal vez este resbalón sirvió para coger impulso y replantear ciertos aspectos en la saga. En 2008, Battlefield Bad Company rompió con todos los moldes la permitir una total interacción con los escenarios. Desde entonces ha sido marca de la casa la posibilidad de destrucción de todo lo que encontremos en pantalla y eso la ha diferenciado del resto de juegos del mismo estilo. Esto se lo debemos al motor Forstbite.

Otro intento fallido de EA llegó con Battlefield Heroes, en un intento por acercar la saga a los Free-to-play. Un título menor que intentaba aprovechar el nombre que se había creado para sacar beneficio de otro tipo de público.

Tal vez por ello EA apostó con Battlefield 1943 como título descargable. Retomaba los orígenes de la saga ofreciendo mejoras gráficas y alguna innovación jugable, pero los fans ya se habían acostumbrado al caviar y exigían más.

Por ello de su época más oscura renacería cual ave fénix de sus cenizas gracias a Battlefield Bad Company 2. Sin duda el título que lo puso al nivel de los triunfantes y dominadores Call of Duty. Su apuesta por lo cinematográfico como ya hacía la saga de Activision le dio el empujón necesario para disputarle de tú a tú el puesto de honor de los first persons shooters bélicos.

Y el asalto al trono llegaría en 2011 con Battlefield 3, en la campaña publicitaria más agresiva que se recuerda entre dos compañías. La pugna por alzarse con el honorífico título del mejor shooter de guerra entre Battlefield 3 y Call of Duty: Modern Warfare 3 todavía sigue en boca de muchos fans que proclaman su juego como el mejor. Tal vez el acomodamiento de la saga de Activison haya provocado el acercamiento feroz de Battlefield que con sus más de 12 millones de copias vendidas en todo el mundo han convertido a la saga de EA en una de sus más rentables apuestas.
Pero estos 10 años no quedarán aquí, la saga continúa y muchos son ya los que ansían disfrutar de Battlefield 4.
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