Parece ser que mi 'prima' María tiene un micro conectado al ayuntamiento.Todo sucedió un miércoles o jueves de la semana pasada. La linarense pasaba una tarde en la localidad cuando hicimos un alto en la plaza del ayuntamiento para que se comiera alguna cosa (plan panini) que compró en nuestro mejor pub, el Mercadona.
Las comidas dan sed y claro María, humana como todos, sintió ganas de beber agua por lo que, tras mirar un poco hacia algún lado soltó la frase "aquí lo que hace falta es una fuente".
Es verdad asentimos mi novia y yo. Tanto crío jugando en las tardes otoñales y primaverales (principalmente) en la plaza de nuestro pueblo, y ni una sola fuente. Supongo que los padres en esos grandes cochecitos que llevan allí, con sus grandes bolsos, tendrían aprendida la lección desde tiempo inmemorial y llevarían botellas de agua a espuertas, pero claro, María no viene ni con papá ni con mamá (bueno sí, pero no se encuentran allí), encima tampoco viene de cerca, y
su petición (me pareció incluso petición turística), tenía todo el sentido del mundo.
No se si preguntó cual era la fuente más cercana o si simplemente, nosotros le dijimos que si esperaba beber de una fuente tenía que bajar al Molino de Viento, o al parque de la Estación, el caso es que se tuvo que quedar sin beber agua.
Pocas cosas fascinan más que encontrarte de golpe y porrazo algo que crees lejano ante tus ojos. Creo que fue así de "violento" y sorprendente el encuentro, de mi novia y mío, con la fuente el viernes por la noche. Nos miramos los dos, fue fácil decir una oración coherente con todo lo hablado con la linarense hace escasos días: "ni que María llevara un micro".
Que guay jaja voy a tener que ir mas a menudo y dar a conocer mis nuevas propuestas de mejoría
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