16/7/18
Monumentos para una Batalla: Las Navas de Tolosa
Hoy día 16 de julio, lunes, tuvo lugar hace 806 años en tierras giennenses la famosa Batalla de las Navas de Tolosa. Sobre el lugar concreto donde se desarrolló la contienda entre musulmanes y cristianos se ha especulado durante años, aunque nunca se ha dudado que ocurrió en la vertiente sur de Sierra Morena, en la actual provincia de Jaén.
Las investigaciones del filólogo y arabista navarro Ambrosio Huici Miranda fueron las primeras que situaron los principales escenarios de la contienda en el actual término de Santa Elena, dentro del Parque Natural de Despeñaperros, como ahora es generalmente aceptado. A grandes rasgos, podríamos decir que la carretera que une Santa Elena con su anejo de Miranda del Rey, la actual JV-5021, separaría las líneas de combate de ambos ejércitos. En el llamado Cerro de las Viñas, en un punto elevado donde posiblemente se situaría el campamento del califa almohade Al-Nasir, se ha levantado el Museo de las Navas de Tolosa, inaugurado el 17 de julio de 2009. La noche anterior a la batalla el campamento cristiano estaría emplazado en la llamada Mesa del Rey, al norte de la localidad de Miranda del Rey.
Sobre esta batalla, una de las más famosas de la historia de España, se han realizado muchos trabajos de investigación, y son muy conocidos algunos de los episodios de la misma que tuvieron lugar dentro de la actual provincia de Jaén: la subida del ejército cristiano al Puerto del Muradal, en Sierra Morena; la toma del castillo de Castro Ferral; los peligros para el ejército cristiano en el paso de La Losa; la providencial ayuda recibida por parte de un pastor desconocido; y, finalmente, la completa derrota del ejército musulmán en las Navas de Tolosa.
Existen, además, fuentes contemporáneas a la Batalla que están escritas por algunos de sus protagonistas, aunque la principal es la crónica escrita por el arzobispo de Toledo Rodrigo Jiménez de Rada, impulsor de la campaña militar de Las Navas, y que estuvo presente en todo el desarrollo de la misma. En esta obra, denominada Historia de los Hechos de España, se mencionan varios lugares y parajes de la actual provincia de Jaén que son identificables en la actualidad: el Puerto del Muradal, los castillos de Vilches, Ferral, Baños y Tolosa, o las ciudades de Jaén, Úbeda y Baeza.
Como ejemplo de los intentos que se hicieron a lo largo de la historia para recordar la memoria de esta batalla, rey Carlos III renombró como Navas de Tolosa a una de las poblaciones fundadas al amparo del Fuero de Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, ubicada en la antigua Venta de Linares o de las Cruces, “para conmemorar los hechos que aquí sucedieron”.
Las dos fotos presentadas en esta publicación corresponden a dos maquetas diferentes, pero muy similares, realizadas en el año 1975 para el proyecto de monumento de la Batalla de las Navas de Tolosa, y se incluyen en el Fondo de la Delegación Provincial del Ministerio de Información y Turismo, conservado en el Archivo Histórico Provincial de Jaén.
En la Memoria descriptiva que acompaña a las dos fotos, se explica lo siguiente: “La idea predominante es de majestuosa serenidad en todo su conjunto. Se ha prescindido de todo elemento que nos recuerde y humille al vencido, puesto que se trata de exaltar el triunfo de la mas excelsa victoria conseguida en los setecientos ochenta y un años que duró la Reconquista”.
Continúa diciendo la Memoria que “todos los elementos que forman el conjunto –escultura, arquitectura y motivos ornamentales – han sido pensados, sentidos y adaptados al hecho histórico, huyendo de símbolos esotéricos”. Y finaliza argumentando que “cualquier espectador, conocedor del hecho, puede claramente reconocer, comprender: el Monumento es historia hecha plástica”.
Respecto a los materiales empleados se explica que se ha utilizado “hormigón armado visto y tratado plásticamente, en su parte arquitectónica, buscando en sus encofrados formas que nos sugieran peñascales, rocas estratificadas que nos hagan evocar el paisaje”. El grupo escultórico principal representa a los cinco jefes cristianos del bando vencedor: los reyes Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra, al arzobispo Jiménez de Rada, y a Diego López de Haro, señor de Vizcaya, y para esta obra, dice la Memoria, “de 6,40 metros de altura, se ha elegido la piedra de Colmenar”. Respecto a la figura del pastor providencial “se realizará en bronce, a 3,40 metros de altura, materia idónea para conseguir su ágil movimiento de ser mítico, casi angélico, en su gesto de guiar y señala el camino”.
La iniciativa para erigir un monumento conmemorativo parte de la Diputación Provincial, en colaboración con el Ayuntamiento de La Carolina, y para ello se quería constituir una Comisión Ejecutiva, integrada por estos dos Organismos y por los Delegados Provinciales de los Ministerios de Educación y Ciencia y de Información y Turismo. Finalmente, el monumento, obra del arquitecto Manuel Millán López y del escultor Antonio González Orea, fue inaugurado el año 1981, y se localiza en La Carolina, en una zona ajardinada en la entrada norte de la ciudad.
Aunque este no es el único monumento artístico levantado en la provincia que conmemora este hecho bélico. En la ciudad de Jaén se levanta el Monumento a las Batallas de Navas de Tolosa y Bailén, obra del escultor giennense Jacinto Higueras, inaugurado en 1912, fecha en la que se cumplía el 700 aniversario de la Batalla.
Fuente e imagen: Archivo Histórico Provincial
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