El andalucismo como todos los nacionalismos es irracional, basado en las sensaciones y vacio de cualquier coherencia histórica.
No es más que la plasmación de los anhelos de los nacionalistas. Cercano a la poesia y a la ficción, alejado de la realidad. Unos cuantos ejemplos, para dejarlo claro.
“Nosotros no podemos, no queremos, no llegaremos jamás a ser europeos. Pero jamás hemos dejado de ser lo que somos de verdad: esto es, andaluces, euro-africanos, euro-orientales, hombres universalistas, síntesis armónicas de hombres”.(Blas Infante, El Ideal Andaluz)
“¡Europa, no; Andalucía! Europa es por su método, la especialización que convierte al individuo en pieza de máquina. Andalucía por el suyo, es la integridad que apercibe al individuo como un mundo completo ordenado al mundo creador. Europa es el individuo para la masa. Andalucía, el individuo para la Humanidad. Europa es el feudalismo territorial e industrial, Andalucía, el individualismo libertario que siente el comunismo humano, evolutivo, único comunismo indestructible por ser natural, el que añoraron todos los taumaturgos; aquel que tiene un alma en la aspiración, que cada individuo llegue en sí a intensificar, de crear por sí, pero no para sí, sino para dárselo a los demás. Ese único comunismo posible que no puede llegar a crearse por artificio maquinista, sino por la alegría y por el espíritu que la alegría viene a crear. Europa es el empaque dominador megalómano, rabiosamente utilitario. Andalucía es, como decía no sé quién, como son sus casas de apariencia humilde, con patios, jardines centrados por fuentes; sencillez por fuera; iluminación por dentro”.(Blas Infante, El Ideal andaluz)
“La Granada de los Reyes Católicos, indignada sin duda, al ver que la capitalidad de Andalucía no es ni puede ser nunca para ella, parece que esta dispuesta a renegar de Andalucía, trata de formar con Almería y Murcia un territorio de que ser capital; después de la canallada quedará en ridículo, pues no es de esperar que Murcia se preste a eso; mas bien formaría parte de una Andalucía única; pero formar un grupito para darle gusto a Granada, la renegada de Andalucía, sería mucha candidez”. (Blas Infante, carta a un amigo)
“el bienestar general que permitía ir a caballo a todo el mundo en lugar de ir a pie”,(Blas Infante, refiriendose a Al-Andalus, El Ideal andaluz)
“Hay que aprovechar esos períodos libres [se refiere a Al Andalus, evidentemente] para reencontrar el río de la genialidad, fuerzas sociales culturales, para hacer del hombre andaluz, hombre de luz, como lo fue antaño, cuando fue capaz de crear un foco cultural como Tartessos e inundó el mundo occidental con la sabiduría de Al Andalus”.(Blas Infante, El Ideal andaluz)
“De esta manera, Andalucía fue el refugio del genio griego durante la barbarie medieval en el resto del mundo”.(Blas Infante, El Ideal andaluz)
“habrá que residenciar a las provincias disidentes” (Blas Infante,refiriendose a Almeria, Granada , Jaen y Huelva opuestas al Estatuto de Autonomia de Andalucia. Las primeras querían formar la Mancomunidad de la Alta Andalucia y la última unirse a Extremadura, Asamblea de Cordoba de 1933)
“Yo, criado entre jornaleros por excelencia morisco y andaluz, había vivido la tragedia de la Andalucía secularmente martirizada, de un pueblo que soportaba con musulmana resignación y aristocrática mansedumbre”.(Blas Infante) El problema es que Blas Infante era de las familias caciquiles de su pueblo. Al parecer descendiente de los Pérez de Vargas, conquistadores castellanos.
“Cuando yo era niño, los chiquillos… precedidos por el lienzo amarillo y rojo íbamos a despedir a los que partían para Cuba, al son de melodía de aire guerrero, que el maestro, en virtud de órdenes superiores, nos había hecho aprender. Cantábamos que áquel hermoso pabellón era el de la nación sin par que en valentía y en hidalguía la primera fue, que aquella bandera, victoriosa en Santa Fe, conquistó Granada. Mientras tanto, se ponía a los cubanos de ingratos… Pero ni la bandera, que apenas contaba un siglo, había ondeando en Santa Fe, ni nosotros, los hijos de aquel pueblo morisco, habíamos conquistado Granada, sino al contrario, habíamos sido conquistados con ella…” ( Blas Infante, Manuscrito AAX.) Repito lo anterior: Pérez de Vargas, conquistadores castellanos.
“Cuando todos los andalusíes conozcan su verdadera historia y esencia, será cuando llegaremos a obtener la fuerza necesaria para exigir el respeto que se nos debe, por tener una personalidad tan diferente de aquella que trataron de imponernos por la fuerza”.( Blas Infante)
“Sentimos llegar la hora suprema en que habrá que consumarse definitivamente el acabamiento de la vieja España ( …).Declarémonos separatistas de este Estado que, con relación a individuos y pueblos, conculca sin freno los fueros de la justicia y del interés y, sobre todo, los sagrados fueros de la Libertad; de este Estado que nos descalifica ante nuestra propia conciencia y ante la conciencia de los Pueblos extranjeros (…) . Ya no vale resguardar sus miserables intereses con el escudo de la solidaridad o la unidad, que dicen nacional.”( Blas Infante )
“Se trataba de un nacionalismo antinacionalista (…), de un regionalismo o nacionalismo no exclusivista (…), internacionalista, universalista; lo contrario de todos aquellos nacionalismos inspirados por el principio europeo de las nacionalidades”(Blas Infante, sobre el andalucismo)
“Europa ha quebrado’, ‘Hermanos de Afro-Asia, henos ya despiertos’. ( Blas Infante, Fundamentos de Andalucia)
“Yo no me propongo fundamentar una nación, sino un SER” ( Blas Infante, Fundamentos de Andalucia)
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A comienzos del siglo XX los intelectuales andalucistas intentaron definir la identidad andaluza tomando como pilares su cultura y su historia, estos percibieron que Andalucía carecía de un sentido histórico colectivo y si un sentimiento comarcal e incluso provincial arraigado y sobretodo un fuerte patriotismo local.
Por lo cual Ahmed Infante y sus discípulos manipularon de forma irracional la historia buscando un pasado de esplendor para que los andaluces se sintieran orgullosos e identificados colectivamente, ese pasado lo creyeron encontrar en el legado islámico del que como veremos no es nada diferenciador en Andalucía con respecto a otras regiones. Lógico es, que un hecho histórico tan destacado como la invasión islámica del año 711 sea objeto de recuerdo histórico. El problema surge cuando se pretende reducir y simplificar a un hecho histórico “andaluz”, cuando fue un hecho relevante en toda la Península Ibérica. Como decía A. Luis Cortés Peña, esto parece un nuevo intento de deformar la historia para presentar un pasado diferente, un hecho diferencial inventado que justifique a Andalucía como región histórica.
¿Qué elementos manejaba el notario Ahmed Infante para centrar el concepto “Al Ándalus” exclusivamente en las provincias de lo que hoy se conoce como Andalucía? Ahmed Infante estaba obsesionado con la historia irreal que el solo había inventado, motivada por sus fantasías y lecturas que le llevaron, cual Don Quijote islámico, a imaginar la regeneración de un hipotético califato andaluz.
Para demostrar esto solo hay que ver algunas de sus frases:
El Profeta de nuestros antepasados de Al-Andalus que, como todos los profetas, será nuestro profeta, (se refiere Blas Infante a Mahoma), y el de todos los hombres libres en tanto cuanto digan la verdad, anunció esta verdad incontrovertible: “¡Ay del día en que un espíritu no comprenda a otro espíritu. Porque el espíritu es espíritu como la luz es luz!” Trabajemos con suma cautela en estos principios para que Andalucía vuelva a ser inspirada por su propio genio y porque su libro vuelva a ser el Al-Korán como dice la Sura III: “Aquellos a quienes les hemos dado Al-Korán y lo leen como deben leerlo”.
Sin duda toda una declaración de intenciones.
¿Qué fue realmente Al Ándalus? Para hacer un poco de historia, deberíamos de remontarnos al año 711, donde el rey visigodo Rodrigo, fue derrotado por los musulmanes en la batalla de Guadalete, tras la batalla, que prácticamente fue un mero trámite para estos ya que el reino visigodo no puso apenas resistencia por lo que el ejercito bereber dirigido por Tariq ibn Ziyad, decidió continuar con la conquista y en menos de cinco años controlaron casi la totalidad de la península Ibérica. Al Ándalus era por tanto una definición geográfica usada por bereberes para referirse a todo el territorio que dominaban o habían dominado, hasta la conquista de los reyes católicos castellanos. Es decir, Zaragoza, Huesca, Teruel hasta Valencia, Alicante y Castellón, pasando por Murcia, Toledo, Guadalajara, Cáceres, Badajoz, Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga, Almería, el Algarve y toda la zona centro de Portugal, y Córdoba… y Granada…
Por tanto Andalucía fue el sueño de este notario impulsado por su fanatismo religioso, olvidando que las raíces de la gente del Sur de la Península tienen su origen en la conquista por parte de los Reinos Cristianos y con la repoblación efectuada por cántabros, asturianos, catalanes…
Esto no es más que la manipulación de la historia realizada desde la visión de Blas Infante en las primeras décadas del siglo, a pesar de que, en su día, éste tuvo grupos muy minoritarios de seguidores y escasísimos lectores de sus tesis y que nunca dijo nada novedoso mas allá de ir repitiendo en sus escritos palabras como Libertad, Andalucía Libre, Jornaleros, Pueblo, Desposeídos, Destino, para que calara en el pueblo y así suplir su falta de carisma. La transición política hacia la democracia originó en ciertos sectores la mitificación del denominado “andalucismo histórico” y de la figura de su principal creador. Todo ello dentro de un intento de crear las condiciones apropiadas para que cuajase en Andalucía un nacionalismo que nunca había tenido en ella tradición ni fundamento alguno.
La conciencia política de los andaluces respecto de su “nacionalidad” sigue siendo inexistente. Más aún, de que estos hechos coincidan ni por asomo con las propuestas de un notario que la mayoría de ciudadanos, que dieron el sí al Estatuto de Autonomía, ignoraban no sólo sus escritos, sino que siquiera hubiese existido. Se hizo un llamado al pueblo enarbolando una bandera con simbología interesadamente desconocida, con un escudo formado por Hércules, que ya me dirán ustedes que puede tener eso de almeriense o de jiennense .A pesar de que tres cuartas partes de los andaluces dijeron no al fantasmagórico proyecto, o se abstuvieron, al final coló.
En la actualidad este camino se sigue utilizando por todos los partidos políticos que cubren el espacio parlamentario andaluz, eslóganes, frases hechas, lemas y mensajes haciéndonos pensar en nuestro pasado musulmán, que el flamenco procede del periodo islámico y amenizándonos con la historia de la Andalucía de las tres culturas, haciendonos creer que habian convivido en igualdad de derechos.
Fuente: LA QUIMERA DE AL-ANDALUS – Serafín Fanjul, EL ULTIMO NACIONALISMO, ANDALUCIA Y SU HISTORIA -A. Luis Cortes Peña.
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