Las cuentas de 52 municipios se hunden en un mar de facturas.

Información recogida desde la web de Diario Jaén.

Las facturas se acumulan en los cajones, los intereses con las entidades financieras aprietan y cualquier ayuda económica, por pequeña que sea, es recibida como el chaleco que les salvará la vida. Así viven medio centenar de ayuntamientos jiennenses que, durante los últimos cuatro años no lograron sanear sus cuentas, sino todo lo contrario.

Poco a poco se han ido hundiendo en un mar de obligaciones que ha hecho disparar su deuda municipal. El caso más flagrante es el de la capital jiennense, que tiene el dudoso honor de estar entre los diez municipios con más de 50.000 habitantes con más lastre. De hecho, el de Jaén se sitúa el tercero, con un adeudo de 235 millones de euros, un 360 por ciento de incremento.

Según los datos publicados, recientemente, por el Ministerio de Hacienda, hay 18 corporaciones jiennenses que, en los últimos cuatro años, incrementaron su deuda viva en más de un millón de euros —sin contar la capital del Santo Reino—. El más importante es Úbeda que, durante el mandato del popular José Robles, pasó de tener obligaciones por valor de 10,7 millones de euros en 2011, a los 20,2 del año pasado, según se hace constar en el informe. Otro de los ayuntamientos que también incrementó la deuda de forma considerable es el de Andújar, gobernado entonces por Jesús Estrella —PP—. En este caso, se pasó de 22,13 millones de euros a 31. El cuarto es La Carolina —el exalcalde es Francisco Gallarín, del PP—, que incrementó su deuda en 7,7 millones de euros, tal y como se observa en el gráfico adjunto. En el quinto lugar aparece el primero de los ayuntamientos gobernados por el PSOE que en los últimos cuatro años más incrementó su endeudamiento. Es el de Baeza, hasta ahora regido por Leocadio Marín. Pasó de deber 4,4 millones de euros a 10,3.

Pero no todas las subidas son tan importantes. Municipios como Arroyo del Ojanco, por ejemplo, solo aumentaron sus obligaciones en seis mil euros, mientras que Torres, Chiclana de Segura, Génave e Hinojares, lo hicieron por debajo de los cien mil euros, según los datos recogidos por el Ministerio de Hacienda.

En la cara opuesta de la moneda están aquellas corporaciones municipales que durante los cuatro años se apretaron el cinturón para conseguir reducir el máximo posible su deuda viva. El ayuntamiento que “mejor lo hizo” fue Linares —gobernado por Juan Fernández, del PSOE— que recortó su facturas en 2,719 millones de euros, de acuerdo a los datos, fechados a 31 de diciembre de 2014. Le sigue, de cerca, Alcalá la Real, el gobernado por la consejera también socialista, donde el ajuste fue de 2,2 millones. En esta lista de equipos de Gobierno que se afanaron por sanear sus cuentas se encuentra, cerrando, el de Iznatoraf, que consiguió reducirla en siete mil euros durante los últimos cuatro años.

"La crème de la crème"

Y contra la cara y la cruz de la moneda, están esos siete ayuntamientos jiennenses que podrían ser considerados la “crème de la crème” de la gestión municipal. Son Begíjar, Bélmez de la Moraleda, Canena, Chilluévar, Fuerte del Rey, Lupión y Santiago de Calatrava. Siete corporaciones que en los últimos cuatro años cerraron sus cuentas a cero, totalmente saneadas. Seguramente, sean la envidia de muchos de sus homólogos, no solo en la provincia de Jaén, sino en el resto de España.

Para medir la deuda viva de un ayuntamiento se deben tener diferentes factores en cuenta. Así, el índice incluye los créditos financieros, los valores de renta fija, los préstamos o créditos transferidos a terceros y el fondo de financiación de pago a proveedores, principalmente. La información contenida en el informe que hace público cada año el Ministerio de Hacienda proviene de la Central de Información de Riesgos del Banco de España y no engloba, por ejemplo, la participación en los tributos del Estado.

De acuerdo con la Ley de Estabilidad Presupuestaria, cuyo principal objetivo presupuestario es la austeridad, todas las administraciones públicas deben establecer un “límite de deuda como garantía de sostenibilidad presupuestaria”. En caso de no cumplirse, cabe la posibilidad de que sean sancionadas con base en “la reincidencia y la gravedad de los incumplimientos”. Por lo tanto, tal y como dice la ley, este índice es fundamental para garantizar la sostenibilidad presupuestaria de una entidad y se deberá tener muy en cuenta para evaluar la situación de un ayuntamiento.

Además, gracias a este índice se extrae, también, cuál es el endeudamiento por habitante, un cifra que se obtiene dividiendo la deuda total existente a una fecha determinada entre el número de residentes en el municipio.