Juegos de mesa: Krosmaster, el juego que pega duro este año.

Nuevo aporte a nuestra sección juegos de mesa. De lo mejorcito que podéis encontrar este año.

 oy volvemos a la carga con un artículo destripando un juego de mesa, y pese a que el juego del que os vamos a hablar hoy no es una novedad como tal, seguro que es un desconocido para muchos de vosotros. Estamos hablando de Krosmaster Arena, el juego del que hoy vamos a explicaros tanto el desarrollo del mismo como sus expansiones y todo lo que se mueve a su alrededor. Todo un juegazo que nos va a explicar nuestro experto en la materia Alejandro González.

Año publicación: 2013

Número de jugadores: 2 - 4 (recomendado 2)

Duración: 45 minutos

Edad recomendada: A partir de 12 años

Idioma: Español

Categoría: Combate, Duelos

Tipo de juego: Miniaturas, Estrategia

Precio en Rebellion: 59,95€

¡Buenas a todos! En esta segunda entrega os voy a hablar de un juego con muchísimo tirón tanto dentro de nuestras fronteras como fuera de ellas, y uno que precisamente me pide mucha gente que les explique como jugar. En primer lugar, hay que decir que Krosmaster Arena es uno de los productos desarrollados por la empresa Ankama a raíz del éxito que cosechó con su juego online Dofus y posteriormente con Wakfu, y que ha derivado ya en todo tipo de productos, desde peluches hasta una serie de animación en televisión, pasando por juego de cartas y, próximamente, un juego de tablero, del cual hablaremos más adelante.

Krosmaster Arena reúne a los personajes del mundo de Amakna, ofreciendo un enfrentamiento entre 2 ó 4 de ellos y sus grupos de héroes, por ser los mejores de todo el Krosmos. Cada héroe del juego posee un valor en puntos, que será el que los jugadores usen para componer sus equipos, haciendo que los componentes de un equipo no sume más de 12 puntos a la vez. Una vez seleccionado cada jugador su equipo (este sistema de "puntuación" es muy típico en los juegos de miniaturas), se desplegarán las cartas que acompañan a cada héroe en orden de iniciativa y se determinará qué jugador comienza la partida sumando la iniciativa de todos sus personajes. Esto es importante porque ese jugador no sólo desplegará primero su equipo y será el primero en realizar sus movimientos, si no que decidirá también sobre cuál de los dos tableros disponibles se jugará, así como la orientación del mismo, aunque será su rival el que elija en qué lado del tablero colocará sus personajes. Como podéis comprobar, ¡la estrategia hace presencia desde la mismísima preparación del juego!

El tablero en el que se desarrolla el juego es un cuadrado con 12 casillas por lado, y representará la arena en la que se enfrentarán los jugadores. En el tablero, más allá de la decoración del mismo, podremos observar ciertos puntos en los que se colocarán las piezas de atrezo (árboles, arbustos y cajas), así como las zonas en las que pueden comenzar los personajes, las zonas en las que podremos adquirir mejoras para los mismos, y las casillas que contendrán las distintas monedas que los personajes podrán recoger para hacerse con esas mejoras.

Básicamente, el juego simula una arena al más puro estilo de los gladiadores romanos, pero con los personajes creados por Ankama. Los personajes vienen representados por figuras de plástico de unos 6cm. de tamaño, de gran detalle y colorido. Cada personaje viene con una carta que contendrá toda la información referente al mismo, desde su valor en puntos o su iniciativa hasta sus distintas habilidades, pasando, como no, por su capacidad de movimiento, acción y vida. Cada jugador comenzará con 6 fichas de Galones, y habrá un Galón salvaje que no pertenecerá a ninguno de ellos. El juego concluirá cuando sólo uno de los jugadores conserve alguna ficha de Galón.

Una vez situados los personajes en el tablero, ¡comienza el combate! El jugador con más iniciativa total usará cada uno de sus personajes por orden decreciente de iniciativa. Un personaje puede moverse tantas casillas como puntos de movimiento tenga, o realizar acciones mientras aún le queden puntos de acción. Ambas cosas podrán intercalarse a placer, es decir, podremos movernos una casilla, realizar una acción, movernos otra casilla, realizar otra acción, mover otra casilla… y repetir esto mientras nos queden puntos. No es necesario, por supuesto, consumir todos los puntos, aunque los que no usemos no se quedarán acumulados para futuros turnos, ni se pueden “ceder” a otros personajes.

Moverse es sencillo: bastará con desplazar nuestro personaje a una casilla adyacente, en vertical u horizontal, pero no en diagonal, siempre y cuando esa casilla no esté ocupada por otro personaje, árbol o arbusto. Las cajas, por el contrario, no sólo no obstaculizarán el movimiento, sí no que, si nos encontramos sobre una caja, ésta aumentará el alcance máximo de las habilidades a distancia del personaje en una casilla.

Entre las posibles acciones a realizar se encuentran recoger monedas, comprar equipación o fichas de Galón si el personaje se encuentra sobre una casilla de demonio, o usar alguna de las habilidades especiales del personaje, bien sean de combate o no. Cada una de estas acciones tiene distintos costes en puntos de acción, y podremos repetirlas siempre y cuando aún nos queden puntos de acción. Así, por ejemplo, recoger una moneda del tablero cuesta un punto de acción, por lo que si queremos recoger dos monedas del tablero que se encuentren en la casilla de nuestro personaje, tendremos que usar dos puntos de acción de los disponibles por éste.

Las habilidades de los personajes son las que van a hacer posible que derrotemos a los de nuestro rival, presentando cada uno al menos un par de ellas. Cada una tendrá su propio coste en puntos de movimiento, aunque la mayoría de las veces suelen agotar casi todos los puntos disponibles. Cada habilidad nos indicará tanto el rango de alcance de la misma, el área de efecto, su coste, el daño y tipo del mismo que hace, y si tiene algún efecto adicional. No todas las habilidades son de combate: algunos de los personajes podrán curar, otros desplazarse a sí mismos o a otros personajes, o incluso podrán crear fichas de mobs que serán a efectos prácticos personajes que se sumarán a nuestro grupo, con sus propias habilidades y puntos de vida, movimiento y acción.

Como ya he dicho, el juego básicamente consiste en ser el único jugador que conserve al menos una ficha de Galón. La forma de llegar a esto es quitándole sus fichas de Galones a los demás jugadores. Esto sucederá si compramos una ficha de Galón en una casilla de demonio, a razón de 10 monedas y un punto de acción por Galón, o bien derrotando a un personaje de los demás, en cuyo caso el propietario de ese personaje deberá entregarnos tantas fichas de Galón como coste del mismo. En el caso de existir un Galón salvaje, la primera ficha que obtendremos en cualquier caso será esa, y las siguientes saldrán de la reserva del jugador correspondiente. Existe no obstante otra manera de perder fichas: al comienzo de cada turno de cada jugador (salvo el primer turno de la partida), el jugador correspondiente realizará una tirada con dos de los dados del juego. En caso de que ambos dados tengan el mismo resultado, cada jugador perderá una ficha de Galón.

¿Dados? Sí, claro, ¡de alguna manera tenía que resolverse los combates! Los dados usados son dados especiales de seis caras, con distintos iconos (tal y como luego veremos) en las mismas en lugar de los números habituales. Los dados son utilizados en Krosmaster Arena en tres ocasiones: la primera es la que os acabo de decir. Con esa tirada, además de hacer perder, podremos asignárselo cada uno a uno de nuestros personajes para mejorar sus tiradas (o ambos al mismo), o bien cambiarlos por monedas, a razón de un dado por una moneda, o los dos por tres. La segunda ocasión en que usaremos los dados es cuando un personaje que se encuentra adyacente a un personaje enemigo quiera moverse para alejarse del mismo. En ese momento, por cada personaje enemigo, realizaremos una tirada de placaje. Las tiradas de placaje contabilizarán los “imanes“ en la tirada del contrario contra las “botas” en nuestra tirada. Si al final hay más imanes que botas, nuestro personaje no podrá moverse y perderá todos los puntos de movimiento y acción que le quedaran. Por último, están las tiradas de combate, que potenciarán los efectos de las habilidades. En ellas se mirarán los símbolos de “crítico” contra las “armaduras”, de una manera similar al de los placajes, incrementándose el efecto de la habilidad por cada crítico que no haya sido neutralizado por una armadura.

Como no podía ser de otra forma, hay distintas maneras de aumentar o reducir la cantidad de dados que se han de tirar, como colocando los dados de cada turno sobre un personaje para mejorar las tiradas de ese personaje que correspondan al tipo sacado (si, por ejemplo, hemos colocado un dado con un crítico sobre un personaje, la siguiente tirada de habilidad que realice ese personaje podrá usar ese dado además del dado que corresponda).

Como podéis comprobar, el juego brilla por la simplicidad de sus reglas. Pero no os llevéis a engaño: cuando has jugado unas cuantas veces te das cuenta de que realmente no es nada sencillo batir al oponente, y que hay que medir mucho las decisiones que tomamos para no exponer a nuestro equipo inútilmente. Tendremos que sopesar si nos conviene más centrarnos en abatir con rapidez a un personaje del enemigo, o si deberemos esquivarle mientras recogemos cuantas monedas podamos para mejorar a nuestros personajes y acabar de un solo golpe con él.

Otro de los puntos fuertes de Krosmaster Arena es la forma en que se ha planteado la forma de ampliar el juego. Podremos hacernos con más figuras de una manera rápida y relativamente económica gracias a las cajas de personajes, unas cajitas que contienen un personaje al azar de entre los 32 que componen la colección inicial, así como la carta del personaje, unas cuantas fichas adicionales, y algo que cuando lo vimos en Rebellion nos llamó mucho la atención: una hojita con un mini-juego para el que no era necesario más que ambos jugadores tuvieran un personaje, nada más, pues bastan las fichas que se incluyen para poder jugarlo. Así, al abrir cada par de personajes o cada personaje nuevo, podemos divertirnos de una manera rápida, e incluso mostrarle a un amigo el desarrollo más básico del juego.

La caja básica de Krosmaster Arena contiene ocho de los personajes que componen la colección, pero con el añadido de que dos de ellos, la Reina de los Tofu y el Rey de los Jalató, son exclusivas de la caja básica.

Por si esto no fuera suficiente, los señores de Ankama se lo han currado y han llevado exactamente el mismo juego al mundo on-line. La versión electrónica del juego se desarrolló simultáneamente al juego de tablero, existiendo una interacción entre ambos: para poder disfrutar de los personajes en la versión electrónica, deberemos introducir un código que acompaña tanto a la versión básica como a cada una de las figuras adicionales. Así, el provecho y diversión que le sacamos al juego es máxima, pudiendo jugar con nuestros amigos en casa, o bien por internet con el resto del mundo en esos ratos muertos.

El futuro del juego se presenta halagüeño: en un par de meses podremos contar con la segunda colección de personajes para mejorar nuestras filas, así como de algo aún mejor y que, a su debido momento, analizaremos en detalle. Se trata de un segundo juego de tablero, Krosmaster: Quest, cuyo contenido podremos intercambiar con Krosmaster Arena en ambos sentidos, y cuyo desarrollo será al más puro estilo de mazmorreo, pero con la diferencia de que podremos jugarlo de manera cooperativa… ¡o no! Además de esta nueva forma de jugar, Ankama está fomentando la creación de un sistema de juego organizado que facilitará a las tiendas organizar torneos, facilitándolas figuras especiales de premio, como pueden ser figuras de los mobs o del atrezo de gran calidad, así como barajar la posibilidad de hacer torneos nacionales e incluso un mundial.

Krosmaster es, en definitiva, un juego sencillo, muy fácil de explicar y de entender, con un desarrollo que se irá incrementando a medida que seamos conscientes de las distintas interacciones que existen entre los distintos personajes, con partidas relativamente rápidas (todo dependerá de lo que nos pensemos las cosas), y que hará, por tanto, las delicias tanto de aquellos que adoran los juegos de miniaturas y combate, como aquellos que prefieren juegos rápidos y sencillos. Todo ello con una presentación del producto impecable, con muy buenas calidades tanto en las figuras de los personajes como en todos sus componentes.

Fuente e imagen: rebellion.es