Han pasado ya cerca de tres meses desde su ofrecimiento y hasta ahora ningún técnico ha contactado con ellos para pedirles información sobre las tierras.
Fue a principios del mes de febrero cuando la familia Orellana, siguiendo los deseos de su padre fallecido recientemente, enviaba un escrito a la Junta de Andalucía con el generoso ofrecimiento de unos terrenos de 15.000 metros cuadrados, a la salida del municipio de La Carolina para que se pudiera construir en ellos el demandado y prometido hospital de alta resolución. Al poco la noticia se hizo pública y tanto desde la Junta como desde el Ayuntamiento de La Carolina informaron de que antes de dar una respuesta era necesario que técnicos especializados analizaran los terrenos para saber si cumplían los requisitos necesarios para una construcción de esas características.
Desde entonces han pasado dos meses y medio. La alcaldesa de La Carolina, Ángeles Férriz, aseguraba hace unos días que los informes de los terrenos estaban ya muy avanzados, pero la familia Orellana, propietaria de los mismos no tiene ninguna noticia al respecto. «A día de hoy no se ha puesto en contacto ningún técnico con nosotros para pedirnos cualquier tipo de documento o información que pueda necesitar sobre las condiciones de esos terrenos, lo que no sabemos es si lo habrán hecho directamente con el Ayuntamiento», reconoce Pilar Orellana. Tampoco tienen constancia de que trabajadores de la Junta hayan visitado la zona y si lo han hecho en ningún momento los han llamado para avisarles.
Ante esta situación, hace unos días que la familia ha enviado un segundo escrito a la Junta de Andalucía pidiéndoles que se pronuncien lo antes posible. «Si no aceptan el ofrecimiento, no hay ningún problema, tendrán sus argumentos, y si lo aceptan, nosotros encantados, estaremos cumpliendo los deseos de mi padre, pero lo que queremos es que nos den ya una respuesta, consideramos que ya ha pasado un tiempo prudente», afirma Pilar Orellana, quien asegura que su familia tampoco está dispuesta a mantener el ofrecimiento eternamente.
«Son los deseos de mi padre. Hasta ahora hemos hecho todo lo que estaba en manos de la familia para poder cumplirlos, que era ponerlos en manos de la Junta, pero estamos hablando de sentimientos y no queremos que se juegue con ellos», explica la hija de Orellana.
Muestras de cariño.
Por otra parte, Pilar Orellana ha explicado que desde el fallecimiento de su padre han sentido constantemente el calor de la gente tanto del municipio de La Carolina como de fuera del mismo. «Incluso hemos recibido muestras de cariño de gente anónima, que nos ha mostrado su apoyo y que ha valorado como un gesto solidario el ofrecimiento de los terrenos por parte de mi padre», explica Pilar Orellana.
Artículo escrito por Lorena Cádiz para la web del periódico Ideal.
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