Pancartas con las leyendas «¡Esto es un atraco!», «Alcaldesa, entiende, la huerta está en lucha» o «No queremos que esto se llene de hormigón» materializan las primeras movilizaciones de los vecinos de La Carolina afectados por el Plan Huertas. Con la iniciativa, la alcaldesa del municipio, Ángeles Férriz, pretende crear una gran urbanización con más de 1.000 viviendas (de las que unas 600 serán protegidas) en la zona de huertas del municipio, último vestigio de la repoblación alemana en tiempos de Carlos III. El área de reserva ya está acordado con la Delegación de Vivienda e incluso ha pasado por pleno.
Los dueños de las huertas y casas que hay en la zona (en total unas 40 familias) han recibido en sus casas la notificación de expropiación sin antes haberse celebrado ni una reunión con Férriz. Los afectados, que no veían con buenos ojos desde el principio la edificación en sus huertas, ahora se oponen frontalmente al proyecto. Y para ello han comenzado a movilizarse. Se han constituido en plataforma y no dejan de poner propuestas sobre la mesa para que se les oiga.
Pedro Herranz, uno de los afectados, dice que todo hubiera sido más fácil si la alcaldesa, «que tanto habla de diálogo», se hubiese reunido con ellos para explicarle la situación. «No sólo no lo ha hecho, sino que nos da un plazo de veinte días para presentar las alegaciones a un proyecto que ni siquiera conocemos», indica. La plataforma, que asegura estar abierta aún a la charla con Férriz, no ha dudado en criticar duramente la actitud de la primera edil a través de un comunicado. La acusan de «mentirosa» por predicar lo emblemático de la zona y luego «querer cubrirlo de hormigón», por insistir en la dinamización económica para el pueblo que supondría el proyecto, «sin tener en cuenta los negocios que hay en la zona», o por excusarse en la construcción del Hospital en los terrenos sin aún pronunciarse sobre si se decantará por las huertas, en pleno centro, o por los 15.000 metros cedidos por la familia Orellana. Con respecto al centro hospitalario, Herranz deja claro que los propietarios «no se oponen a su construcción», pero sí a la edificación brutal de viviendas «en la única zona histórica que queda».
Cuna de la repoblación
La zona de huertas comprende unos 200.000 metros que pertenecen a pequeños propietarios. Sus dueños ya han presentado las correspondientes alegaciones al proyecto de urbanización e incluso mostraron una negativa formal a la iniciativa, contemplada en el Plan General de Ordenación Urbana. Para Pedro Herranz, «lo más indignante del asunto es la humillación a la que hemos sido sometidos los vecinos, sobre todo las personas mayores que han recibido las cartas de expropiación y que están indefensas», concluye.
La zona de las huertas de La Carolina supone el último vestigio de un municipio que fue fundado en el año 1767 por el Rey Carlos III, como capital de las nuevas poblaciones de Sierra Morena, uno de los proyectos reformadores de mayor envergadura en la historia de España. Contempló la creación de cuarenta y cuatro pueblos y once ciudades en lugares yermos de los llanos de la Parrilla y Sierra Morena para limpiarlos de bandoleros, explotar mejor la tierra, generar riqueza y establecer unos diez mil colonos extranjeros, lo que a su vez aseguraba el camino de Madrid a Cádiz que canalizaba la casi totalidad del tráfico de mercancías y riquezas procedentes del nuevo mundo.
Noticia y fotos, sacadas de Diario Ideal, versión web.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se coherente con tus comentarios e intenta ser educado y respetuoso en los mismos.