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10/7/11

De vergüenza. Crónica de la construcción de la A-32

Hasta que se haga la autovía A-32, una carretera de la red principal del Estado clave para más de 200.000 jienenses se vuelve insufrible. Es el quinto tramo más peligroso de España.


Son 130 kilómetros con cinco socavones que obligan a desviar el tráfico, más siete travesías con velocidad limitada a 50. Y de remate, 24 kilómetros que son el quinto tramo más peligroso de toda España. Es la N-322 (Córdoba-Valencia) a su paso por la provincia de Jaén. Una vía de la red principal de carreteras del Estado, de valor estratégico para Andalucía pues supone la comunicación más directa con el Levante, pero que está plagada de desperfectos sin reparar, travesías y peligro. Una carretera vital para las comunicaciones y el día a día de más de 200.000 jienenses de Linares, Úbeda, La Loma, Las Villas, Cazorla y Segura. La mitad de ellos (hasta Torreperogil)tendrán autovía en cuestión de meses. El resto, unas 100.000 personas, están excluidos de la autovía de momento. Tendrán que convivir durante años con la vieja nacional, que está en un estado lamentable y sólo recibe cuidados paliativos.

De la autovía hacia Levante se lleva hablando ya desde hace dos décadas. En 1994 se encargó un estudio informativo. Lo único que hay transitable a día de hoy es el tramo entre Bailén y Linares, ya viejo. Menos de
diez kilómetros. Lo demás sigue con la nacional de toda la vida. Un polémico informe elaborado desde el Ministerio de Fomento –según la versión oficial del ministerio, obra de un «saboteador» que dice que la autovía podría reconsiderarse en los tramos que no están ya en obras– indica que «la carretera actual está «en buenas condiciones y la autovía tendría una demanda muy baja» más allá de Torreperogil. Junto al hecho de que ya se cancelaron los contratos con las empresas adjudicatarias de dos tramos de autovía (de Torreperogil a Villanueva del Arzobispo), supone todo un jarro de agua fría a las aspiraciones de desarrollo de todo el nordeste provincial.

Tras el primer tramo de autovía entre Bailén y Linares, los 18 kilómetros hasta Canena se hacen con tráfico denso casi perpetuo. Se estima que la intensidad de circulación es de 8.000 vehículos al día por aquí. Mucho camión, y parada en la travesía con semáforo en Linares-Baeza. Nada más pasar el puente del Guadalimar, otro obstáculo:un enorme socavón estrecha la calzada. Recuerdo de las tormentas del invierno. Y al llegar a Canena, carretera cortada y desvío de todo el tráfico por mitad de la población:un arroyo se ha llevado por delante un puente de la nacional. Dos veces además, pues cuando se hizo la primera reparación vino otra tormenta que arrasó con todo. Esta semana se han reanudado las obras. «Va muy lento, hay que acelerar las obras como sea», clama desde hace semanas el alcalde de Canena, Juan Serrano.

Obras y tránsito de tractores ponen a prueba la paciencia de los conductores. Igual ocurre al llegar a Rus (otra travesía con semáforos)y La Yedra, donde de nuevo hay que reducir marcha. El tiempo corre y se avanza poco. El consuelo es que en todo el trazado hasta llegar a Úbeda no dejan de verse las obras de la autovía, que avanzan a buen ritmo.

La obra se aprecia incluso pasado el casco urbano de Torreperogil. En una franja de tierra despejada –donde talaron los olivos cuya expropiación no se ha pagado todavía– ha crecido ya la hierba, pero desde la carretera se puede ver una máquina moviendo tierra. «A ver si hay dineros y siguen la obra. Por aquí no vemos tanto movimiento como se esperaba. Llevamos ya veinte años con ésto», decían Juan Caballero y José Villar desde la barra del Bar La Loma, en Torreperogil. Uno de los establecimientos con más solera de la carretera. Allí van a comer topógrafos y personal de la obra de la autovía. «Dicen que pronto. Pero desde aquí hacia la sierra no hay nada», dice Paqui, la dueña.

A pocos kilómetros del bar una cuadrilla bachea el agrietado asfalto de la vieja nacional. Un conductor se despista y estampa su coche contra el que le precedía. Poco más allá hay dos desvíos provisionales por los hundimientos de la calzada. La montaña se ha comido literalmente la carretera. Pasado Villacarrillo (otra travesía), en las cuestas de Iznatoraf llevan también años padeciendo deslizamientos y desvíos por el terreno inestable. La solución definitiva se verá con la autovía, llegue cuando llegue. El trazado se ha desviado al norte de las arcillas novedizas.

Junto a los socavones y desvíos, se suceden las travesías que ralentizan la marcha. Tras Villacarrillo, Villanueva de la Reina, poco más adelante, sí está circunvalada. Aunque como señala Pacho Olmedo, de la Plataforma para la construcción de la Autovía A-32, «los accesos al pueblo son malos, parece que los hicieron mal a caso hecho cuando se hizo la variante en 1997».

En Villanueva se huele ya la proximidad del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Pero nada lo indica. «No hay ninguna señalización turística hacia el parque, pese a que aquí está una de las principales entradas. Sólo hay un cartel que indica hacia el Tranco», explica el activista.

Olmedo recuerda además que hace ahora un año, en julio pasado, hubo movimiento de máquinas y obreros para las obras de la autovía. Fue uno de los tramos congelados por Fomento. «Hubo mucha indignación. Nos sentimos aislados. Es cierto que por aquí hay cada vez menos tráfico. Lógico. Los conductores buscan alternativas y otros itinerarios mejores y más rápidos».

Más rápidos y más seguros. Tras Villanueva y la planta de biomasa de La Loma, el firme empeora. Y después se entra en el tramo de concentración de accidentes de Gútar. Tras Beas, Arroyo de Ojanco (otra travesía) y la Puerta de Segura, se entra en uno de los tramos de carretera más peligrosos de toda España. Desde Puente Génave hasta el límite de la provincia de Albacete. En 2008 y 2009 los informes de seguridad Eurorap del Real Automóvil Club de España han situado los 24 kilómetros (del 222 al 246) hasta Villarodrigo en el puesto 15 y 16 de entre los más peligrosos de t oda la red principal de carreteras del Estado. En 2010, tuvo el dudoso honor de ascender hasta la posición número 5 del ranking.

Según el RACE, es un tramo «negro», con un nivel de riesgo «alto para la seguridad de los usuarios». La densidad del tráfico allí, según el último informe del RACE, es de 2.442 vehículos al día. Los autores del estudio indican que «urge estudiar» las causas por los que este tramo de carreteras figura año tras año con la etiqueta de negro.

En los 130 kilómetros de la vieja carretera N-322 a su paso por Jaén hay otros puntos complicados en materia de seguridad: la variante de Linares, donde han perdido la vida varias personas en los últimos años, la travesía de Linares, Baeza, donde además de un semáforo se ha instalado un radar fijo para atajar los accidentes o la incorporación a la nacional desde Úbeda. Pero se trata de puntos aislados. No de un tramo de 24 kilómetros clave para la comunicación de Andalucía con el Levante.

Las perspectivas son que se concluyan los tramos de autovía entre Linares y Úbeda pronto. Meses. Un año. No más. Incluso hasta Torreperogil. Pero éso son apenas 35 kilómetros, una cuarta parte del trazado de la A-32 por la provincia de Jaén. Hasta la raya de Albacete aún quedan 88 kilómetros, los que atraviesan además comarcas más necesitadas, que tendrán que convivir con la actual N-322 durante muchos años. Con sus socavones y sus travesías. Con su peligro. Con una carretera con fecha incierta de caducidad pero que ya sólo recibe cuidados paliativos. Una condena. Y por muchos años.

Fuente de la información: Web de Diario Ideal

1 comentario:

  1. Mas de 30 años de gobierno autonomico para tener una carretera en peor estado que en los tiempos del Generalisimo Franco, ¡intolerable!, en teoria la autonomia es para estar mas cerca de los problemas locales de los ciudadanos, pues mentira cochina, estos gobernantes Andaluces son una plaga de sinverguenzas, y todo apunta a que tambien ladrones, la gente de esta zona de Jaen no somos animales somos personas, las cañadas reales estan en mucho mejor estado que esta carretera N 322, antes se decia que estas zonas estaban en abandono por la distancia con el gobierno de Madrid al que parece ser que les importabamos tres pepinos, pero con la autonomia de Andalucia y su gobierno de Sevilla es mucho peor.
    Señores mamones del gobierno autonomico, ¡Al cipote!, so caraduras, nos han dejado una carretera mucho peores que las de Lugo en los años 50.
    Estoy siendo muy educado y respetuoso, pero ya estamos hasta el gorro de ser educados y que nos la metan atravesadoa. ¡coño! que somos personas.

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