Sekiro: Shadows Die Twice
lleva con nosotros menos de una semana, por lo que podríamos decir que
todos los que jugamos estamos viviendo una luna de miel muy idílica. En
PC esa luna es bastante redondita y… Mejor lo dejamos, que no se nos dan
bien las metáforas. Lo que queremos decir es que Sekiro está bien
optimizado, incluso para equipos de gama media, por lo que podréis
llegar a los 60 fps constantes (aunque para superar los 60 fotogramas de Sekiro
puede que necesitéis algo superior) sin problemas incluso en
resoluciones de 1440p. Ahora, que si vuestra gráfica es menos potente
que una GTX 1060 o una RX 580, esta pequeña guía de Sekiro os interesa.
Sekiro ofrece cuatro opciones gráficas básicas: Baja, Media, Alta y Máxima.
No obstante, al compararlas no hay una clarísima diferencia visual más
allá de la iluminación. Curiosamente, a medida que pasamos de la calidad
Máxima a la Baja la imagen se va volviendo más luminosa, como si los efectos de luz y sombras fueran apagándose. Efectivamente, la clave para conseguir una tasa de fotogramas más estable es “Calidad de las sombras”. Esta configuración es la que más afecta al rendimiento del juego.
Guía de combate de Sekiro: Shadows Die Twice con consejos cruciales
Usando una tarjeta de 4 GB, como la GTX 1050 Ti,
el juego se las apaña a 40-45 fps a 1080p con las configuraciones
gráficas al máximo. En Alta, por su parte, subimos a los 48-52 fps, pero
si mantenemos todas las opciones al máximo y solo reducimos las
sombras, ya obtenemos esa mejora en la tasa de fotogramas. Otra de las
opciones que incide en la carga gráfica es la de “Aplicación de antialiasing”,
y desactivarla puede suponer una mejora de 5-10 fps. Es decir, que
variando esas dos opciones ya se consiguen mejoras consistentes. La
tercera opción cuya calidad podemos reducir sin pudor es la de “SSAO”. De esta forma los 60 fps están al alcance de la mano.
Si echáis un vistazo al análisis en vídeo de Digital Foundry,
podréis ver que las opciones recomendadas por el editor son bastante
conservadoras, en el sentido de que limita todo a “Alta” sin problemas.
Esta es una opción ideal para cualquiera que cuente con un equipo
potente y quiera intentar superar los 60 fps con la guía a la que hemos
hecho mención más arriba.
Por
último existe una opción definitiva para no perderse ni un parry por
los dichosos fps: “Ajuste del renderizado”. En principio, esta
funcionalidad varía la calidad gráfica según el rendimiento en cada
momento. Nosotros no hemos logrado ver ninguna mejoría de rendimiento ni
un cambio visual obvio en nuestras pruebas, y tampoco la gente de
Digital Foundry, así que activarlo es cosa vuestra. Es una pena que el
juego no cuente con opción para variar la sincronía vertical, pero quizá con los ajustes que ya se pueden encontrar en Internet veáis la opción. Y a vosotros, ¿cómo os va Sekiro? ¿Se portan bien los fps?
Fuente e imagen: 3djuegos
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