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5/5/17

'Finger Spinner', el juguete de moda que te van a pedir tus hijos sí o sí

Lo que empezó como una medida anti estrés, quizá estrese ahora a padres y profesores que aseguran que es una distracción más

Son la sensación del momento. Este juguete que gira y gira, y se vende como utensilio de ayuda para los millones de pacientes con déficit de atención, trae a los profesores de cabeza. No resulta fácil convencer a los más pequeños para que se separen de él y, por tanto, para sacarlo de las aulas.

El artilugio cabe en la palma de la mano y consta de tres aros unidos entre sí. En el centro, otro círculo hace las veces de eje giratorio. En principio esa es precisamente la gracia, hacerlo girar, girar y girar. ¿Suena divertido? Lo es y por eso hoy inundan las paradas de autobús, los parques y, por supuesto, las escuelas.

Este sencillo artículo fue concebido en su momento, hace más de dos décadas, por una mujer que pretendía crear un juguete que, de alguna forma, simbolizara la paz. Ahora, además de un juguete popular, es el centro de una controversia que involucra a estudiantes, maestros y administradores escolares.Escuelas de todo el mundo han comenzado ya a enviar cartas a los padres en las que se invoca a la conciencia de todos aquellos que permiten que sus hijos lleven al colegio los dichosos aparatos.


El verdadero origen de la controversia radica en el porqué de la súbita explosión de Spinners en las aulas. La razón es que muchos de estos aparatos se comercializan como herramientas de ayuda para pacientes con autismo, déficit de atención, estrés, ansiedad y hasta depresión, pues se venden para, presuntamente, aumentar la capacidad de enfoque. Por esa razón, no es raro que cuando un profesor se enfrenta a su alumno y le pide que guarde su juguete, este le responda: «Lo siento, me lo recetó el médico». Hecha la «ley», hecha la trampa.

El número de casos de déficit de atención se disparó en Estados Unidos -que vive ahora mismo una auténtica fiebre con el cacharro- un 43 % entre el 2003 y el 2011, hasta alcanzar casi seis millones de menores diagnosticados, según datos del 2015 de las autoridades sanitarias del país, que indican que el 11 % de los niños entre 4 y 17 años padecen esta condición.Tanto educadores como administradores están al tanto de la tendencia. Reconocen que efectivamente hay especialistas que lo recomiendan como terapia de ayuda para algunos de sus pacientes, pero aseguran que no pueden sacrificar el orden y la disciplina de un plantel entero por su causa. Bill Mitchell, maestro y especialista en administración educativa, afirma que lo cierto del caso es que en su escuela del sur de Nevada ha visto menos casos de niños que se meten en problemas por arrojar lápices o esconder cosas a sus compañeros, desde que usan los famosos giradores.

«Entiendo la preocupación de muchos maestros y el hecho de que se les prohíba, pero hay que ver el otro lado. Yo tengo menos incidentes con estudiantes que usualmente se meten en problemas y que tienen demasiada energía, desde que usan el Spinner. Es cuestión de balance y de establecer reglas claras», opina. Reglas que planteles educativos de estados como Illinois, Massachusetts, Minesota, Florida y ahora Nevada están empezando a implementar para contrarrestar la invasión de estos juguetes.

Fuente e imagen: Diario Ideal

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