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4/11/16

De Jaén al cielo: única región del mundo con dos reservas certificadas para observar las estrellas.


La provincia es la única región del mundo con dos reservas certificadas para observar las estrellas, hasta a simple vista | Hace unos meses inició su andadura la primera agencia de viajes europea especializada en turismo astronómico, con sede en suelo jienense.

Alcanzar el cielo desde Jaén. Literalmente, al menos a golpe de vista. Eso es lo que ofrece la provincia como ningún otro lugar. En el mundo. El paraíso interior, el territorio con más parques naturales de Europa y con la mayor superficie de espacios protegidos de España (304.175 hectáreas), es también y en parte gracias a ello un enclave privilegiado para poder observar incluso a simple vista un firmamento espectacular. Si en las grandes ciudades debido a la contaminación lumínica apenas se pueden ver estrellas, unas 250 o 300 estiman los expertos en el caso de ciudades como Jaén o Granada, en estos parajes la cifra se multiplica por diez o más, pudiendo disfrutar hasta de seis mil a ojo, de la Vía Láctea ‘al completo’ y sin necesidad desplazarse muchos kilómetros fuera de los cascos urbanos o de enormes y complejos telescopios.

«La provincia de Jaén es, sin lugar a dudas, una de las regiones europeas más privilegiadas para la practica del turismo astronómico», expone José Jiménez, responsable de AstroÁndalus, la primera agencia de viajes online especializada en turismo astronómico, con una sede en Geolit. «No solo es la única zona con dos certificadas como Reservas Starlight (avaladas por la Unesco; una acreditación internacional que avala la calidad del cielo y su idoneidad para la observación de las estrellas) sino que cuenta con otras que también reúnen condiciones para serlo en un futuro. Se trata de una provincia con gran cantidad de espacios naturales y con zonas rurales con escasa densidad de población donde la contaminación lumínica es muy reducida y el cielo nocturno luce en todo su esplendor», añade Jiménez.
«Las dos reservas de la provincia, tanto Sierra Morena como la Sierra Sur de Jaén, cuentan con fantásticas zonas para la observación astronómica. En la Sierra Sur, por ejemplo, se puede destacar el Observatorio Andaluz de Astronomía en Alcalá la Real, la estación de Vado Jaén en Martos o la cima de la Pandera. En Sierra Morena una zona muy buena es El Centenillo, o algunos miradores en la zona norte del parque natural de la Sierra de Andújar», añade Jiménez.

La mejor época

Existen distintos recursos web y guías donde se pueden consultar algunas zonas para la práctica del astroturismo a título personal, como www.astronomiasierramorena.org, o contratando alguna de las actividades guiadas que ofrecen empresas especializada. «Cualquier época del año es fantástica para disfrutar de la experiencia de adentrarse en las profundidades del cosmos. En verano contamos con la comodidad de un clima agradable y la presencia de vía láctea, efemérides importantes como las Perseidas o lágrimas de San Lorenzo, etcétera. Pero también es cierto que el cielo es mucho más limpio en invierno, cuando el cielo está más oscuro debido a la lluvia. Algunos de los objetos más espectaculares del cielo como Orión o las Pléyades son típicos del cielo de invierno», señala Jiménez.

La Fundación Starlight acredita que apenas existe contaminación lumínica, más del 60% de sus noches están despejadas y la oscuridad de su cielo nocturno se equipara a la de muchos observatorios profesionales a nivel internacional. Aquellos que quieran disfrutar del firmamento en toda su extensión es conveniente que tomen una serie de medidas para poder aprovechar al máximo la experiencia. «Es muy importante tener en cuenta criterios de seguridad y confortabilidad, como por ejemplo llevar ropa de abrigo (incluso en estas fechas es recomendable)», subraya.

En cualquier caso, lo más cómodo es dejarse guiar por empresas especializadas que cuentan con telescopios y monitores especializados para acompañar a los clientes, además de talleres de fotografía astronómica u observaciones privadas en pareja.

'MIRADORES'

Aldea de los Guindos (La Carolina). Los antiguos complejos mineros del norte de la provincia son grandes lugares para la observación. La presencia de antiguas estructuras de carga y descarga del mineral ofrecen la opción de instalar telescopios en amplias explanadas libres de obstáculos. La Aldea de Los Guindos cuenta con un espectacular horizonte norte y oeste, donde en las noches de invierno es posible observar la esquiva luz zodiacal, destacan desde Starlight. «Especialmente recomendable en otoño e invierno con los brazos de Perseo y de Orión ocultándose por el Oeste». De fácil acceso y muy cerca de la A-4.

Control de La Cabrera (Marmolejo). El camino de acceso discurre por una pista forestal de relativo fácil tránsito, cerca de Marmolejo, tras cruzar el puente sobre el Guadalquivir a la altura del Balneario. Justo en la orilla norte del río se toma un desvío hacia la derecha en dirección a la Aliseda, sigue esas indicaciones y este camino durante 12,5 km hasta llegar a la puerta cerrada del control. Ahí se puede dejar el vehículo. Su gran ventaja, recalcan desde astronomíasierramorena.org es, es que cuenta con corriente eléctrica e una pared exterior de la caseta de vigilancia del guardia.

Minas de El Centenillo (Baños de la Encina). Las antiguas minas abandonadas de ‘El Centenillo’ son también un enclave privilegiado para contemplar el cielo nocturno. A apenas 500 metros de esta aldea en dirección oeste se encuentra una amplia explanada rodeada de antiguos edificios abandonados. El horizonte en dirección norte, oeste y sur se encuentra totalmente libre de contaminación lumínica. Se recomienda no salirse de la explanada y no adentrarse en las ruinas por cuestiones de seguridad.

Fuente e imagen: Diario Ideal.

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