El boli bic tiene dueño, pertenece a un andaluz que tras diez años de prolífica carrera acaba de exponer en la galería Seine 51 de París. Su nombre es Juan Francisco Casas, tiene una obra figurativa, aunque esto no significa que esté exenta de sentido, ya que la premisa del artista es crear una sintonía entre el mensaje y el medio empleado; y ¿cuál es ese mensaje?. Pues muy sencillo, a Casas le interesa lo cotidiano, incluso lo banal, la mujer, las relaciones interpersonales, en fin, la vida misma.
Aprovechamos esta ocasión para hacerle algunas preguntas.
Hace poco ha terminado tu última exposición individual, “If you don’t give a damn we don’t give a fuck”, en la Galería Seine 51 de París”, ¿cómo ha resultado la experiencia? Estupenda, era la cuarta vez que exponía en París y, aparte del éxito de público, las ventas a importantes colecciones y demás, es muy agradable ver que, para variar, en un país respetan a los artistas y consideran la cultura una prioridad.
Ahora que parece que hay un nuevo boom del movimiento hiperrealista, como así demuestra la gran retrospectiva del Thyssen, ¿sientes que se valora más tu trabajo? No me considero hiperrealista, no creo mi obra tenga que ver mucho con los paisajes de Richard Estes, por ejemplo y la verdad es que me interesa bien poco. Prefiero la pintura de Luc Tuymans o John Currin, la fotografía de Wolfgang Tillmans o la obra de Erwin Wurm. Respecto a la mayor valoración, la verdad es que me llevo ganando la vida exclusivamente con mi obra desde hace 10 años y me he considerado muy valorado, incluso a nivel de premios, exposiciones y reconocimientos; no creo que una exposición en el Thyssen haya cambiado nada.
El hiperrealismo no me interesa. El resultado realista de mis obras no es un fin, sino una consecuencia del discurso.
Obviamente a raíz de esta retrospectiva surgirán cientos de artistas en esa línea, es normal, pero no me interesa en especial el hecho de que el hiperrealismo se ponga de moda ahora. En mi caso el resultado realista no es un fin en sí mismo, sino una consecuencia y una característica discursiva más: si mis obras se parecen a la realidad es porque intento fijar mis vivencias en el lienzo y en esas vivencias cada detalle es importante, cada detalle constituye la historia de la vida.
Me interesa el “hedonismo doméstico”. Las caras y los cuerpos de otras personas para contar mi propia vida.
Algunos podrían pensar que el tipo de arte que haces es puramente academicista y virtuoso, ¿qué les dirías para que cambiaran de opinión? Es una simplificación y como tal surge de la falta de información. El mismo conocimiento superficial de mi obra que la lleva a calificar como hiperrealista es la lleva a calificarla como academicista o virtuosa. El resultado que se ve en una galería no es más que la fase final de un proceso. Pintar un cuadro a partir de una foto es fácil, pero contar una historia a través de esa foto, eso es otra cosa. Mis intereses y mis discurso como artista espero que sean más complejos. Me interesa la elección de temas carentes de la menor trascendencia, entendida en términos convencionales, la imposibilidad de extrapolar ciertos conceptos desde la esfera de lo real a la esfera de lo artístico: lo banal se convierte en trascendente dentro del espacio pintado. Me interesa el “hedonismo doméstico”, la ironía de la labor artística y los momentos puntuales, de manera separada e independiente del contexto en el que se produjeron. Me interesa la idea de representación pictórica tradicional de la mujer, el contraste que supone la nueva imagen de la mujer, en la que ella decide por primera vez en la historia como quiere ser representada. Me interesan la amistad, el amor, el sexo. Me interesa la ironía, el contraste entre ese cierto academicismo y el trabajar con un medio que no ha sido desarrollado para tal fin. Me interesa el retrato entendido como un soporte y un medio, pero no un fin, y las caras y los cuerpos de otras personas como medios para contar mi propia vida, el hecho de que mis obras, mis pinturas y mis dibujos sean como mi álbum de fotos familiar.
Alguna exposición de la que te sientas muy orgulloso de haber formado parte… Una en el Kuntshalle de Munich y de Rotterdam que se llamaba Realismus y que contaba con artistas como Hopper, Courbet, Manet, Erwin Wurm, Otto Dix, Julian Opie, Taylor-Wood o Andreas Gursky. Creo que mi discurso encaja más en el realismo que en el hiperrealismo.
¿Hacia dónde está evolucionando tu pintura/dibujo? Sigo pintando, dibujando, fotografiando todo lo que me rodea. La evolución de mi obra es la evolución de mi propia vida.
Proyectos futuros…Para los próximos meses tengo proyectadas exposiciones en Londres, Rio, Miami, Singapur y Seúl, y a principios de 2013 una exposición individual en Lyon.
Algo Absolut-amente imprescindible para tí en el día a día: Especialmente en estos tiempos de crisis y de recortes: la cultura.
Fuente e imagenes: absolutenetwork
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