La llama de Wii U, débil desde hace ya algunos años, se acerca cada día que pasa a su extinción. La revelación por parte de Nintendo de un nuevo sistema (Nintendo NX) en 2015 y la confirmación de su lanzamiento en marzo de 2017 han puesto la puntilla a una consola que nunca ha estado a la altura de las expectativas. La última palada a la tumba de Wii U la ha dado la recién celebrada junta con los accionistas, donde la compañía nipona ha puesto fecha de caducidad a su consola al rebajar las previsiones de venta para el presente año fiscal 16/17. Dicha rebaja se debe a la reducción a la hora de producir nuevos sistemas
El CEO de Nintendo -Tatsumi Kimishima-, ha sido el encargado de confirmarlo al comentar lo siguiente durante la junta: "-me gustaría hablar sobre la estrategia de producción y envío de Wii U al finalizar el año fiscal en marzo de 2017. Planeamos reducir en gran medida la cantidad de sistemas Wii U producidos y enviados a las tiendas durante este año fiscal, en comparación con el finalizado en marzo de 2016. Tomando en consideración la demanda para el nuevo hardware NX y las predicciones de demanda, planeamos enviar 800.000 unidades"-. Así es como se le pone la puntilla definitiva a una consola.
La cifra revelada por el señor Kimishima es realmente desalentadora ya que apenas corresponde a la cuarta parte de las ventas conseguidas durante el año fiscal 15/16. 800.000 unidades y el stock restante en tiendas es lo único que va a dejar Wii U este año.
Fuente: eleconomista
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