Blas de Lezo, uno de los más importantes marinos españoles, injustamente olvidado pese a no haber perdido ni una sola batalla, apodado "Mediohombre" porque era cojo, tuerto y manco debido a las heridas sufridas en combate, tendrá desde mañana un monumento en Madrid que será inaugurado por el Rey emérito Don Juan Carlos. Así lo pone de manifiesto la agencia Efe.
La estatua, obra del artista Salvador Amaya, muestra de cuerpo entero al teniente general de la Armada responsable de la trascendental victoria de la flota española sobre tropas inglesas en Cartagena de Indias, en el año 1741. La efigie ha sido promovida mediante cuestación popular por la Asociación Monumento a Blas de Lezo y el Ayuntamiento de Madrid.
Don Juan Carlos presidirá mañana sábado el acto militar en el que se descubrirá el monumento, el cual concluirá con un homenaje a los que dieron su vida por España. También asistirán la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el jefe de Estado Mayor de la Armada, almirante general Jaime Muñoz-Delgado; el presidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echeverría; el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle; el embajador de Colombia, Fernando Carrillo, y el presidente de la asociación promotora, Íñigo Paredes Camuñas.
La escultura, en bronce, de casi ochenta centímetros de altura, refleja, con rostro serio y sereno, al gran marino español del siglo XVIII nacido en la localidad guipuzcoana de Pasajes.
Para culminar el proyecto del monumento, sufragado por cuestación popular, se creó un grupo de trabajo en el que también participaron la Armada Española, la Real Academia Española, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Real Academia de la Historia, la Casa de América y el Instituto de Estudios Madrileños.
El almirante vasco consagró su vida al servicio del estado por encima de cualquier dificultad y de sus intereses personales desde su ingreso como guardiamarina en 1702 hasta su muerte tras la victoria en Cartagena. En ello empeñó su salud y su vida.
Entre 1737 y 1741, como Comandante de la Escuadra de Cartagena de Indias, asumió la defensa de sus costas tomando un papel crucial en la sorprendente victoria española en la Batalla de Cartagena de Indias a pesar de su inferioridad numérica. Con sólo seis navíos de guerra y no más de 3.200 hombres, defiende Cartagena frente a la flota del almirante Vernon, más de ocho veces superior en barcos de guerra y casi diez veces mayor en combatientes.
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